Emotiva presentación de "Luz en las sombras"
Lunes, 22 Sep 2014
Zacatecas, Zac.
Óscar Fernández | Foto: Felipe Pescador
Renel Tron durante su participación en el ciclo cultural de Zacatecas
Noche emotivo y de reflexión la que vivimos en Zacatecas el sábado pasado, en la sala 3 del complejo Cinemex, durante la proyección del documental "Luz en la Sombras", de Renel Tron, dentro del programa cultural del serial taurino 2014 organizado por la empresa Zacatecas, Tierra de Toros.
Digno escenario, una sala bellamente decorada, sobriedad en el mobiliario y una luz tenue que le dio un toque muy especial y la asistencia de cerca de 200 personas, en su mayoría aficionados a los toros.
Había una interrogante en todos nosotros: ¿Por qué "Luz en la sombras? En la invitación, Renel escribió: "El toro me fue guiando, me dio armas para seguir adelante. Cada vez que lo miraba en el campo sabía que estaba haciendo lo correcto, porque esa libertad del toro en su hábitat provoca una sensación muy especial".
A lo largo de los 42 minutos de proyección, en cada uno de los presentes se afianzaba el concepto de Renel plasmado con toda majestuosidad a través de la cámara y cada escena provocaba en nosotros sensaciones y emociones difícil de entender sobre todo para quienes no han tenido la oportunidad de ver al toro.
Y precisamente aquí es en donde hago la reflexión ya que a través del documental, Renel desea que los detractores de la fiesta de los toros conozcan mas sobre ella y se adentren en historias llenas de riqueza espiritual y humana, como las que muestra este magnífico trabajo.
Así fue como vibramos con los conceptos del ex novillero y forjador de espadas Javier Durán "El Vale" quien añoraba viejos tiempos y enfatizaba acerca del sentimiento en el toreo , instalado ante la fragua en donde trabaja el metal para confeccionar espadas, El Vale se recreaba en lances y pases imaginarios plenos de sentimiento.
Y qué decir de las familias que año con año "arman" la peculiar plaza de toros La Petatera, en Villa de Álvarez, Colima, con trabajo durísimo pero hecho con mucha entrega y cariño por quienes a lo largo de dos o tres generaciones han sabido llevar con dignidad un nombre y un apellido.
La soledad del toro en el campo, agreste y duro, en espera del agua que luego tarda en caer del cielo mexicano, la lucha cotidiana y esforzada de vaqueros y caporales que conviven con las vacas, becerros, novillos y toros.
La narración sencilla pero llena de emoción del joven vaquero que durante cuatro años ha estado conviviendo con el ganado, cuya voz es inconfundible en la inmensidad y soledad del campo llamando a sus toros a comer y beber. Ya en la plaza, el joven vaquero se emociona y aguarda impaciente la lidia de los animales, los conoce, sabe de dónde vienen y está ilusionado con el triunfo que enorgullezca a la casa ganadera en donde presta sus servicios al igual que su padre y demás familia.
El toro está criado para la lidia, para luchar y morir con dignidad en un ruedo. A lo largo de muchos años los ganaderos mexicanos mantienen viva una tradición y jerarquía que se respeta y que no puede ni debe perderse.
Muchas son las dinastías toreras mexicanas pero emociona el trato que da Renel a los nuevos valores de la tauromaquia mexicana, y así escuchamos los conceptos del miedo, el valor y la serenidad.
Una sonora ovación se dejó escuchar en la sala cinematográfica al concluir la proyección para luego dar paso a una amena tertulia en la que participaron la propia Renel, el ganadero José Miguel Llaguno, el matador Sergio Flores y el empresario Juan Enríquez Rivera.
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