Efemérides: La alternativa de Juan José Padilla
Viernes, 20 Jun 2014
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Foto: Toros Tarifa
Veinte años... un 18 de junio de 1994
El pasado miércoles 18 de junio se cumplió el vigésimo aniversario de la alternativa de uno de los toreros más importantes en la actualidad, como lo es el jerezano Juan José Padilla, doctorado que recibió en el año 1994 en la plaza de Algeciras, España.
Aquel día que hoy recordamos, Padilla recibió los trastos de manos de Pedro Castillo y bajo el testimonio del Niño de la Taurina. El toro de la ceremonia llevó por nombre "Saetero", de la ganadería de Benítez Cubero, al que le cortó una oreja.
Juan José, que iba vestido con un peculiar terno en blanco y plata con remates rojos, redondeó la tarde de su alternativa cortando otra oreja ante el sexto, con lo que salió en volandas en lo que fue un prometedor inicio de su carrera como matador de toros.
Antes, el hoy llamado Ciclón de Jerez había debutado como novillero con caballos en su ciudad natal, lo cual tuvo verificativo un 17 de septiembre de 1989. Se presentó en Las Ventas de Madrid el 13 de julio de 1990, apenas un año después, ante un encierro de Los Bayones.
Tras la tarde de su alternativa, Juan José ratificó el doctorado en el coso de la calle de Alcalá en 1995, el 10 de septiembre, llevando como padrino al maestro Frascuelo y por testigo a Juan Carlos Vera, en la lidia de un encierro de Marqués de Albaserrada.
Ratificó en la Plaza México el 4 de noviembre de 2001, en un cartel de "matadores banderilleros", pues le confirmó Manolo Mejía y el testigo fue Uriel Moreno "El Zapata". Los toros pertenecieron a la ganadería de Rancho Seco y Padilla pudo tumbarle una oreja a su segundo.
Desde los albores de su trayectoria, Juan José demostró ese coraje y esa garra que siempre lo han caracterizado, además de un sólido valor que, aunado a su poderío, le llevó a verse anunciado con las corridas "duras" en la geografía europea, triunfando a "sangre y fuego" y abriendo caminos como parte importante en la confección de las ferias.
Y así como la espectacularidad ciclónica de su tauromaquia le granjeó triunfos, siempre fue un torero muy castigado por los toros. De entre tantos percances, sin duda el que cambió su vida fue el de Zaragoza, en 2011, a raíz del cual perdió el ojo izquierdo.
A veces la vida quita... pero al mismo tiempo da. Y a Padilla le ha dado no solamente la oportunidad de sumar fechas a lado de las figuras y ante encierros más propicios para lucir, sino también un cariño muy especial por parte de la afición internacional y el hecho mismo de convertirse en un ejemplo de vida... para toreros y no toreros.
Y es que Juan José demostró pasión y un amor total por su vocación taurina, fuerza espiritual para superar las circunstancias adversas y un echar la "pata" pa´atrás. Así pues, en la actualidad y tras 20 años de alternativa, ocupa un lugar especial entre los matadores más importantes del planeta de los toros.
Comparte la noticia