El matador de toros Fernando de la Peña recibió el alta hospitalaria de la clínica 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Monterrey, después de haber permanecido una semana ingresado como consecuencia de la delicada operación de en la médula ósea que le había estado dando muchas molestias.

"Desde hace como un año comencé a sentirme mal. En un principio las piernas se me dormían un poco, y luego empecé a tener algunos problemas para desplazarme con facilidad. Estuve viendo a varios doctores y escuchando distintas opiniones, hasta que tomé la decisión de operarme. Afortunadamente ya di mis primeros pasitos, ayudado de una andadera, y espero recuperarme muy pronto".

La intervención duró tres horas y media, que estuvo a cargo del doctor Claudio Valdés, y la operación tuvo lugar a la mitad de la espalda de una enfermedad relativamente desconocida, denominada siringohidromielia, que era la causante de que se estuviera derramando líquido de la médula ósea, motivo por el que el matador De la Peña comenzó a tener dificultades para caminar.

La siringohidromielia es un trastorno relacionado con el crecimiento del epéndimo (tejido que recubre el canal medular) que produce la dilatación consiguiente del conducto espinal y la acumulación de líquido intramedular. 

Durante estos días, el matador ha estado acompañado de su esposa y el resto de su familia, y ahora tendrá que iniciar el proceso de rehabilitación con varios ejercicios en las piernas para que recupere el tono muscular y la fuerza necesaria que le permita caminar por sí mismo.