Liber taurus: Azores, toros y filosofía
Viernes, 07 Feb 2014
Quito, Ecuador
Santiago Aguilar | Opinión
La columna de este viernes
El archipiélago portugués de las Islas Azores es un paraíso terrenal ubicado frente a las costas de Europa en medio del océano Atlántico; su situación estratégica ha determinado que esta ínsula presente unas características únicas en cuanto a su topografía, clima, fauna y flora; además, de una apasionante historia que marca a sus habitantes que la expresan en sus remotas tradiciones y vasta cultura formada por el inevitable ir y venir de embarcaciones a través del mar y de los siglos.
La isla de Terceira y su capital Angra do Heroísmo fue sede del Tercer Foro Mundial de la Cultura Taurina al que concurrieron representantes de Portugal, España, Francia, Ecuador, Colombia, México, Perú y Venezuela; es decir, delegados de todos los países taurinos del mundo con el objetivo de analizar las circunstancias que vive el espectáculo taurino a nivel global y revisar sus profundas implicaciones sociales.
El grupo de conferencistas estuvo formado por matadores de toros, ganaderos, empresarios, investigadores, científicos, periodistas, profesores e intelectuales que concurrieron a la convocatoria efectuada por la Tertulia Taurina Terceirense, ejemplar grupo aficionados que reúne cada dos años al pensamiento taurino mundial.
Las charlas desarrolladas con exponentes de máximo nivel concluyeron con una declaración final efectuada por el filósofo francés Francis Wolff, el documento supone una suerte de nueva declaración de principios de la fiesta de los toros, correspondiente a la coyuntura de agresión que ésta enfrenta y vive en los últimos años. La idea es que el contenido de los debates y sus resoluciones comporten un fortalecimiento de la tauromaquia desde la inducción de los conceptos y del que se dio en llamar como el espíritu de las Azores, centro geográfico del universo taurino, para seguir alimentando esta expresión cultural con más trabajo y nuevas reflexiones.
El congreso taurómaco arribó a las siguientes conclusiones:
"Desde Isla Terceira, capital taurina del Atlántico, los asistentes, participantes y organizadores del III Fórum Mundial de la Cultura Taurina, una vez concluidas las tres intensas jornadas de debate sobre la trascendencia de la tauromaquia en la sociedad del siglo XXI, llegamos a las siguientes conclusiones:
Que la fiesta de los toros se sostiene sobre la base de valores esenciales que, si bien pueden haber perdido vigencia en la llamada era de la globalización, siguen ofreciendo vivos ejemplos de ética y autenticidad.
Contra el adoctrinamiento de lo políticamente correcto, la tauromaquia se mantiene como una experiencia de belleza, pasión e inteligencia que debería ganar espacio como modelo de comportamiento para una sociedad que va perdiendo sus referencias esenciales.
Los valores humanos, ecológicos, culturales, sociales, económicos, educativos y éticos que afloran de manera evidente en los distintos ritos taurinos representan por sí mismos una lección de vida, una perfecta guía alternativa a la deriva deshumanizadora de los difíciles tiempos actuales.
Es, por tanto, obligación de las gentes del toro, tanto profesionales como aficionados, difundir con orgullo todos los valores de este legado cultural de siglos con una actitud positiva y sin complejos, reivindicándolos entre los indiferentes y frente a sus contrarios como argumentos incontestables que desmontan las manipuladas campañas que pretenden la desaparición de la fiesta de los toros.
Es así que, en frase de uno los ponentes de esta edición, como indígenas de Terceira y de todos los países taurinos, muchos millones de personas en todo el mundo necesitamos del toro, ese animal admirable, para seguir sintiéndonos vivos".
El caso es que el encuentro y sus conceptos definitorios servirán como una suerte de tónico para la industria taurina por el surgimiento de valiosos criterios concebidos y diseñados para fortalecer los alegatos a favor de la fiesta a partir de la consideración de los valores fundamentales del hombre como razón de ser y estructura de esta maravillosa expresión cultural.
El trabajo que lleva a cabo la Tertulia Taurina Terceirense es invalorable, en el momento actual se reconoce el esfuerzo de los promotores de los bianuales foros, en especial de Arlindo Teles y del escritor Paco Aguado; sin embargo, el paso del tiempo determinará que el análisis retrospectivo recoja y otorgue la dimensión adecuada del aporte que para la fiesta representa su permanente renovación filosófica, al punto que este espectáculo sabrá pervivir en tanto en cuanto sus actores tengan capacidad de repensarlo y renovarlo.
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