Banners
Banners

"Agradezco a los que creen en mí": Gómez Vega

Miércoles, 29 Ene 2014    Guadalajara, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Pelayo   
Charla con el joven novillero tapatío

Gómez Vega –como le gusta que le llamen a Fernando– hace las cosas de la única manera en que son duraderas: poco a poco. De manera tal que, sin estridencias, con temple, se integra pian pianito a las huestes delanteras de la novillería mexicana.

Comenzó su andadura en la Academia Municipal taurina de Guadalajara: "Pues es que, iba con la pandilla a jugar fútbol al estacionamiento de la plaza Nuevo Progreso, hasta que la tentación me hizo entrar al ruedo. Ahí entrenan los de la academia, y pues… me olvidé de las patadas para aprender a torear".

- ¿Qué opinaron en tú casa?

- En ese momento, no dije nada de nada. Pero, dos meses después llegó el día de la prueba de valor. Había que hacer viajer a la ganadería de don Pepe Garfias, y pues fueron a mi casa para que firmara mi papá la responsiva… Y ahí ardió troya. No sabían que yo andaba en esas. La regañada fue de antología. Total que me prohibieron que anduviera de torero.

- ¿Y?

- Pues como yo seguía terco, me ofrecieron un acuerdo. Si yo seguía en la escuela, ellos me dejaban torear. Hice el compromiso y voy a cumplirlo. Ya voy en tercer semestre de Prepa. Pero me cuesta muchísimo trabajo. La verdad no soy bueno con los libros. Cuando menos pienso, mi cabeza ya anda en un tentadero, en la plaza de toros… en repasar lo que entrené, una y otra vez.

- ¿Cómo te fue en aquella prueba de valor?

-No muy bien. La vaca me desarmó, y por el susto, me llegaron unas ganas de reír que no podía parar. El matador Curro Calesero, que era mi maestro, me pegó una regañiza, pero al final, todos acabaron contagiados. La risa –no el miedo– le dura todavía.

Gómez Vega me hizo recordar aquellas pruebas de valor que hacían a los chavales; cuando el ejemplar les echaba mano y se levantaban sin mirarse la ropa y enrabietados como toro recogían los avíos para volver a la cara, el comentario general era: …Uy, ya chifló a su máuser la escuela.

- ¿Ya tienes recuerdos de tú incipiente carrera?

- Sí, como no. Pero sobre todo mucho agradecimiento a la Academia taurina de mí tierra, a mí maestro Curro Calesero, al matador Alfredo Ríos “El Conde” por lo que me enseña; además que me llevó a España y allá pude convivir con el maestro Morante, con Rafael De Paula. Especialmente a Casa Toreros que creen en mí y me dan fechas. Y a mucha gente que por los nervios –sonríe– en este momento se me van.

- ¿Qué hay para torear?

- El 28 de febrero voy al carnaval de Autlán y el 1º. De marzo al de Jalostotitlán. Más lo que surja, que ojalá sea mucho. ¡Ah! Muchas gracias para altoromexico.com


Comparte la noticia