Los días dos y tres de marzo se realizará la Feria “Nuestra Señora de la Merced” de Ambato que en este año se conformará por dos corridas de toros en las que actuará una seleccionada nómina de toreros españoles y ecuatorianos de vigencia, importancia y gran proyección; en los festejos se lidiarán reses de las ganaderías de Vistahermosa y Mirafuente.
Los carteles son los siguientes:
Domingo 1 de marzo: 15h00
Siete toros de Vistahermosa para los matadores de toros españoles David Mora y Javier Castaño, el espada ecuatoriano Martín Campuzano y el rejoneador local Sebastián Peñaherrera.
Lunes 2 de marzo:15h00
Seis toros de Mirafuente para Juan Francisco Hinojosa de Ecuador junto a Antonio Nazaré y David Galván de España.
La idea de la empresa propietaria de la Plaza Monumental Ambato es sumarse a la corriente global de renovación que registran los carteles de las más importantes ferias del mundo al incluir los nombres de lidiadores que tarde a tarde se constituyen en las nuevas figuras del toreo mundial.
Al detenernos en las combinaciones toreros encontramos que cada uno de los diestros vive una etapa trascendental de su carrera profesional al punto que la temporada pasada supuso para ellos, el despegue, la consolidación o la consagración, gracias a sus notables ejecutorias en el ruedo y sonados triunfos.
David Mora
El matador de toros madrileño David Mora es una suerte de ejemplo de lucha y superación, perteneciente a una familia humilde y trabajadora, encontró en el toro y en la arena su forma de vida. Tras formarse en la escuela taurina de Madrid, se convirtió muy pronto en novillero suceso y más tarde en torero de corte clásico y pulcro concepto. Desde su alternativa en agosto de 2006 ha triunfado en las más importantes plazas del orbe en función a no renunciar a su sobria tauromaquia y a su entrega y valor.
Javier Castaño
Viniendo desde atrás, con paciencia y perseverancia, como es su actitud frente a los toros, buscando el momento y la oportunidad para triunfar, ha forjado su carrera el salmantino Javier Castaño, torero caracterizado por su claridad de ideas a la hora de la lidia para descifrar las complejidades del toro bravo, solvencia lidiadora retribuida con la consideración del público. Tomó la alternativa en San Sebastián en abril de 2001 y, paso a paso ha construido su nombre y con el un merecido espacio en los carteles.
Martín Campuzano
El espectáculo taurino en el Ecuador cuenta con Martín Campuzano, matador de toros de ya reconocida trayectoria desde su doctorado en Quito la tarde del 28 de noviembre de 2008; en los últimos años Martín ha registrado una importante progresión técnica y artística hasta convertirse en el coleta nacional que más festejos sumó a lo largo de 2012. Su nombre se convirtió en infaltable de las principales ferias de la temporada local, al punto que llega a Ambato en su mejor momento profesional.
Sebastián Peñaherrera
El joven rejoneador quiteño Sebastián Peñaherrera entró en los registros de la tauromaquia suramericana al convertirse en el más joven matador de toros a caballo el pasado cuatro de diciembre apadrinado por Pablo Hermoso de Mendoza, que ve en Sebastián las cualidades necesarias para destacar en esta profesión. Peñaherrera luce seguro al conducir su estupenda cuadra de caballos a la hora de ejecutar las vistosas suertes del toreo ecuestre. Sin duda, nos encontramos a frente a la nueva promesa del toreo ecuatoriano.
Juan Francisco Hinojosa
Nieto, hijo y sobrino de toreros, Juan Francisco Hinojosa no podía eludir el llamado inexcusable del destino para convertirse en matador de toros; desde pequeño, muy pequeño mostró su inclinación por la fiesta de los toros hasta que decidió el camino y acogió la profesión. Tomó la alternativa en Ambato en febrero de 2006 y desde allí en adelante sus triunfos se han repetido con fuerza en todas las plazas del Ecuador. Hinojosa torero que lleva la valentía y la honradez como denominación de origen.
Antonio Nazaré
El pequeño pueblo andaluz de Dos Hermanas, muy cerca de Sevilla tiene como uno de sus hijos predilectos al joven Antonio Nazaré, matador de toros desde la tarde del 28 de abril de 2009 cuando en la misma Sevilla compartiera cartel con Enrique Ponce y Morante de la Puebla. El sonado doctorado y sobre todas las cosas, su capacidad expresiva, cargada de fantasía y clase en el ruedo, le proyectaron en las últimas dos temporadas como torero de gran interés para los aficionados que saben valorar el arte en el redondel.
David Galván
La frase popular que señala que “torero se nace” parece pensada a propósito de David Galván, diestro español originario de San Fernando, en cuyas calles desde muy niño demostró su precoz talento para el toreo. Desde los 12 años recorrió las plazas de aquí y allá; tras una brillante carrera de novillero con un rotundo triunfo en Quito en el 2011, toma la alternativa al año siguiente y sus notables actuaciones se han repetido tarde a tarde por la calidad y profundidad de su toreo; al punto que se le considera como el espada de mayor proyección y futuro.
La fiesta de los toros registra en las tres últimas temporadas una paulatina renovación de la planta de figuras, de hecho, los nuevos nombres encuentran cada vez mayores espacios en los carteles de los más importantes ciclos de corridas, en consideración al natural declive y paulatino desgaste que registran los toreros que ocuparon los lugares estelares en la última década, claro está, por su capacidad y por las complejidades en el manejo de la industria taurina internacional.
Desde éstas consideraciones, creemos válido que Ambato se sume a esta hora de transformación y cambio ofreciendo a una nueva generación de espadas la posibilidad de mostrar el talento, la capacidad y el arte, que les ha significado el respeto de los aficionados que depositan en ellos la esperanza de remozamiento del escalafón mayor, al punto que a este grupo de toreros se los considera como las figuras del siglo XXI.
En determinado momento se observará la no inclusión en los carteles de los nombres que de manera tradicional han copado las combinaciones de Quito y Ambato en los últimos años; sin embargo, como empresa seria y responsable, creemos que es el momento adecuado de apostar al futuro con la participación de toreros diferentes, nuevos, de, si Dios quiere, de brillante futuro.
Se trata de una feria con sangre torera nueva, rostros juveniles, corazones vitales que sostienen una gran determinación y entrega manifestada en el valor y ambición de estos toreros que, tarde a tarde demuestran con su actitud en la arena con la que procuran llegar a la cima del toreo.
La feria debió circunscribirse a dos corridas de toros en consideración al proceso electoral que el país vivirá el domingo 20 de febrero; serán días en que el tema político captará la atención del público.
En cuanto a los toreros ecuatorianos, están los que pueden y deben estar. Ya hemos hablado de las capacidades de unos y otros y su inclusión en la Feria no admite discusión alguna.
Si revisamos la historia reciente de la fiesta de los toros encontramos en los años sesenta una brillante generación de toreros como El Cordobés, El Viti, Diego Puerta y Paco Camino, entre otros; al cabo de una década o algo más, ellos debieron ceder el paso a la fuerza y la novedad que representaron toreros como Palomo Linares, José María Manzanares, Paquirri, en fin; ellos a su vez fueron sucedidos por José Miguel Arroyo “Joselito”, José Ortega Cano, César Rincón, Jesulín de Ubrique; y, finalmente este grupo fue desplazado por Enrique Ponce, José Tomas, El Juli, El Fandi, Sebastián Castella y Morante de la Puebla, entre otros.
Hoy por hoy se vive un momento de giro semejante con la presencia de diestros emergentes que representan el futuro inmediato del espectáculo taurino.
No debemos olvidar el hecho que otorga categoría, seriedad y prestigio a una feria, hablo de la presentación del toro. El toro con trapío y edad es finalmente la piedra angular de la fiesta y desde la seriedad de los encierros debemos valorar la jerarquía de una feria. Ambato, en esa lógica, aspiramos que Ambato sea la plaza en la que se lidie el toro que cumpla que los requisitos citados, ofreciendo por lo tanto, máxima importancia a todo cuanto sucede en la arena.