En los últimos dos días, la evolución del estado de salud de Enrique Espinoza ha sido muy favorable y los médicos que le atienden decidieron transferirlo a piso, después de haber permanecido cinco días en el área de terapia intensiva del Hospital Betania de Puebla.
El torero de Cadereyta se encuentra estable y recuperándose satisfactoriamente, ya que su cuerpo no ha rechazado el injerto en los vasos que le destrozó el toro "Doctorado" de José Maria Arturo Huerta, al ser herido el viernes pasado en la plaza El Relicario.
"Aunque su mejoría es notable, debemos esperar unos días más y no moverlo. Queremos seguir monitoreando la evolución de la herida y cómo se comportan los vasos reparados. No olvidemos que fue una cornada gravísima y es preferible tomarse las cosas con calma", comentó el doctor Víctor Manuel Jano Carpynteiro, director del hospital.
Enrique se encuentra de buen ánimo y más relajado en la habitación 101 de la clínica poblana, donde han permanecido sus familiares y su apoderado, Jorge Canales, así como algunos amigos cercanos pendientes de su salud. De momento, tiene prohibidas las visitas así como las llamadas telefónicas al cuarto.
Será en las próximas horas cuando el equipo médico que atendió a Enrique puede determinar cuándo le darán el alta hospitalaria, a fin de que siga con su recuperación en su domicilio.