Gratísimo ambiente familiar y entre amigos se vivió esta tarde en el Lienzo Charro "San Gabriel" de Zapopan, Jalisco, la otrora villa maicera. ¿La excusa? Celebrar los primeros 50 años –dice él– como aficionado práctico, del buen amigo Jim Verner.

Norteamericano de nacimiento, desde su adolescencia ha vivido la fiesta de los toros de manera intensa. En esa época tuvo la ilusión de ser novillero, me confesó en una charla hace varios años. Desde entonces ha toreado festivales por todo el orbe taurino. Como prestigioso Ingeniero Agrónomo ha viajado por todo el mundo y, a cualquier sitio que llega, Jim ha dejado el recuerdo de su inmenso don de gentes.

Eso sí, los amigos que compartieron cartel, apretaron de lo lindo al festejado, quien lidió un par de ejemplares para cortarle un auricular a cada uno. Así, el Ing. Rubén Pérez, según nos ha confiado, prácticamente en el umbral de su retiro como aficionado práctico cortó una peluda. Raúl Ochoa se llevó el gato al agua al indultar al eral en turno. David Hernández templó su faena para guardar en su espuerta un trofeo y, el ganadero Mario Hernández quien realizó lo más torero de la tarde, cortó dos orejas.

Al final se sirvió una rica comida, muy salpicada con abundancia de bebidas espirituosas. Muchos abrazos, parabienes y buenos deseos para Mr. Verner. La bonita terraza lució un lleno a reventar de amigos, taurinos y matadores de toros.