Ante la propuesta del regidor Arturo Loyola González de prohibir espectáculos taurinos en Puebla, así como las fiestas tradicionales como lo son las suertes charras; la familia taurina de la Angelópolis se dio cita en el zócalo de la ciudad frente al palacio municipal, para hacer una manifestación artística-taurina.
El llamado tuvo eco y los taurinos unidos dieron argumentos en lo cultural, artístico, histórico y económico para defender la fiesta de los toros en Puebla, capital. Familias completas: niñas, niños, empresarios, grupos taurinos, ganaderos, matadores, novilleros, periodistas, forcados, monosabios, subalternos y charros profesionales de diversas ramas, se unieron en una sola voz: Sí a la toros en Puebla!
Ésta fue una manifestación pacífica que tuvo éxito por la cantidad y calidad de los presentes, para invitar a la sociedad a reflexionar y no perder sus raíces, identidad ni cerrar fuentes de empleo tan necesarias en la época actual.