El novillero Fermín Espinosa "Armillita" no ha tenido complicaciones en las primeras horas tras la grave cornada sufrida ayer en San Sebastián de los Reyes (Madrid), y su estado de salud es estable por lo que se estima que pronto pueda  ser determinarse cuándo podrá ser dado de alta.

Fermín paso la noche con los dolores comunes por este tipo de heridas pero sin fiebre y esta mañana amaneció de buen ánimo aunque también con el coraje de no haber podido continuar con su faena, justo cuando más a gusto se estaba sintiendo al interpretar su toreo, como lo había hecho en la faena al primero de su lote, al que hizo un trasteo de clase y temple.

Por otra parte, ayer se dio una curiosa coincidencia antes del festejo: el médico que lo operó en la enfermería de la plaza, el doctor Joaquín Olmeda Rodríguez, pidió hacerse una foto con Fermín antes del paseíllo ya que su abuelo era el gran Joaquín Rodríguez "Cagancho", que no sólo fue compañero de muchas tardes del abuelo de Fermín, el maestro Armillita, sino un amigo cercano del torero de Saltillo.