El apoderado Sergio Kreimerman falleció esta mañana en la Ciudad de México luego de librar una dura batalla contra el cáncer, motivo por el que desde hace algunos años había dejado de ejercer esta labor, siendo Manolo Mejía, en el año 2009, el último de los toreros a los que representó.

Desde principios de los años noventa, y gracias a su gran afición, Sergio comenzó su trabajo como apoderado cuando hizo la primera mancuerna con el entonces novillero Adrián Flores. Posteriormente, fue apoderado del matador Federico Pizarro, con el que estuvo unido durante varias temporadas.

Los restos de Sergio Kreimerman están siendo velados en su casa, y desde estas líneas enviamos nuestro más sentido pésame a su familia, especialmente a su hijo Carlos, dedicado a llevar las estadísticas de varios deportes y también las de toros. Descanse en paz.