En días pasados se registró la muerte de otros dos personajes de la Fiesta mexicana: el del torero hidrocálido Valdemaro Ávila y el que fuera copropietario de la ganadería tlaxcalteca de La Laguna, Luis de la Garza, por lo que el luto se mantiene en distintas regiones del país.

Valdemaro Ávila nació en la ciudad de Agascalientes, en el año de 1920, desde muy joven mostró su gusto por la fiesta brava, participó en festejos en el centro de México, al término de los cuales dedutó en la plaza de toros de la Condesa un 4 del julio del año 1943, haciendo el paseíllo junto con los novilleros Rafael Osornio y Arturo Fregoso, lidiando un encierro de la ganadería guanajuatense de Santín. Se presentó en la plaza México en 1948 en un cartel formado por la sensación del momento, Manuel Capetillo y un debutante "Volcán de Aguascalientes", Rafael Rodríguez, despachando ejemplares de la ganadería de Pastejé. Después de esa fecha se retiró discretamente de La Fiesta y encaminó su vida profesuional a la empresa de promociones deportivas en el ámbito del beisbol, en donde también destacó su quehacer. Se le recuerda como juez de plaza en el biombo de la Monumental de Aguascalientes en la década de los ochentas, sitio que ocupó con seriedad, prudencia y mesura.

Por su parte, Luis de la Garza falleció el viernes 14 de junio en la Ciudad de México. Era copropietario, conjuntamente con Federico Luna, de la divisa de La Laguna, y durante varios años trabajo en funciones administrativas en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia. En esta faceta lo recordaremos siempre con su característica amabilidad.