A las puertas de la Funeraria Gayosso, donde se velan los restos de Manuel Capetillo, la familia taurina de Guadalajara, tierra natal de “El Muletero Tridimensional”, expresó su sentir ante la pérdida del torero y del amigo.
Roberto Guerrero (periodista):
“Siempre he de reconocer que fue uno de los toreros más brillantes que dio México. Me decía Manuel en una ocasión que él de novillero le compró a su mamá la primera casa, qué novillero de hoy puede decir eso”.
Antonio Bricio (matador de toros):
“Es una pena bastante grande, ha dejado una época marcada, como torero de Jalisco e internacional, deja muchas enseñanzas”.
Pepe Orozco “El Jalisco” (matador de toros):
“Era un personaje de la fiesta todo el que lo conoció se quedará con algo, tenía una personalidad muy fuerte”.
Alfredo Sahún (empresario):
“Tenía una gran personalidad un carisma impresionante, una persona que todo lo que hacía captaba la atención dentro y fuera del ruedo, una gente con ese poder de convocatoria como Manuel va a ser difícil de igualar”.
Benigno González Carmona (picador de toros):
“La relación que tenía con todas las cuadrillas era impresionante; era un persona que marcó toda una época en México”.
Jesús Arias (médico de plaza):
“Es difícil que salga otro como él; vemos difícil alguien con patas de jinete. Es triste que un torero que se jugó la vida constantemente haya perdido la vida de esta manera”.
Arturo Ibarra (charro):
“Fue muy buen torero, pero cmo amigo, extraordinario. Fue muy significativo para la charrería que una persona como él portara el traje de charro con toda la categoría que se merece”.
Alfonso Lomelí (ex novillero):
“Era tan buen torero como tan buen bohemio, como amigo era muy bueno, pero era muy alebrestado”.
Alfredo Lomelí (matador de toros):
“Muchas anécdotas, los consejos y su amistad es lo que queda. Tenía mucha alegría, era una persona con el don de la amistad”.
Jorge de la Peña (escultor):
“Me empezó a impactar cuando tenía 6 o 7 años, cuando vi llorar por primera vez a mi madre porque a Manuel le había atravesado un toro el pecho y en esa ocasión me empecé a dar cuenta que los toreros son otro tipo de seres. Con los años tuve la oportunidad de tratarlo desde muy niño y ver cómo es la madera de una figura”.
Curro Calesero (apoderado):
“Ante todo fue un icono de la tauromaquia mexicana en el mundo. Su disciplina, su carisma, su entrega, su apasionada entrega en todas sus facetas, deja un gran hueco. Era un hombre muy bragado, un buen artista”.