Efemérides: La faena cumbre de Silverio (video)
Jueves, 31 Ene 2013
México, D.F.
Juan Antonio de Labra | Foto: Reynoso
Silverio, Armillita y Velázquez, aquella memorable tarde de 1943
Un día como hoy, 31 de enero, del año 1943, Silverio Pérez cuajó una de las faenas más grandiosas que se tienen registradas en la historia de la tauromaquia al toro "Tanguito", de la ganadería de Pastejé, en la desaparecida plaza El Toreo de la Colonia Condesa.
Siete décadas después de esta hazaña, el nombre de Silverio se mantiene en el recuerdo de los aficionados, sobre todo de aquellos que tuvieron la fortuna de verlo torear en esa tarde tan memorable en la que el maestro Fermín Espinosa "Armillita" también cuajó otro toro, "Clarinero", el día en que hizo matador de toros a Antonio Velázquez.
La faena de "Tanguito" viene a ser un parteaguas en la historia de la carrera de Silverio, ya que a partir de entonces, a cinco años de haberse doctorado en Puebla, el Faraón de Texcoco demostró el alcance de su expresión artística, misma que lo marcó a lo largo de su vida torera.
El temple de Silverio con "Tanguito" fue uno más de los eslabones de esa cadena de consolidación de la forma de interpretar de los toreros mexicanos, que en este artífice tuvo una importancia mayúscula porque esableció determinadas bases estilísticas que se han acrecentado con el paso del tiempo.
Cabe mencionar que el lote de toros de Pastejé que esa tarde de enero envió al viejo Toreo el ganadero Eduardo Iturbide, por entonces dueño del hierro mexiquense, eran cruza de vacas mexicanas con sementales de encaste Murube, los que pocos años atrás había importando Antonio Algara de la emblemática divisa española de doña Carmen de Federico.
Y fue precisamente "Tanguito", hijo de un semental de nombre "Tanganito", un toro que descubrió la inspiración silverista; la de la media muleta muerta por la arena, la cintura rota, el pecho henchido, y un ritmo lánguido -tremandamente mexicano-, acompañado de un ritmo colosal: monumento al arte de torear.
Acompaña esta efeméride una sentida entrevista de audio que le hizo hoy Heriberto Murrieta, en "Barrera Caliente", a Silverio Pérez Domínguez, primogénito del maestro Silverio y su inolvidable Pachis, en la que deja constancia de legado de su padre como torero y ser humano.
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