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Ruedo: Manolo sigue triunfando

Miércoles, 26 Dic 2012    México, D.F.    Heriberto Murrieta | Opinión   
La columna de este miércoles en Récord

Manolo Martínez murió hace 16 años. Pero sigue triunfando. El toro "Revolucionario",  al que se le perdonó la vida el domingo último en la Plaza México, es continuador de los éxitos ganaderos del inolvidable diestro de Monterrey.

Y es que la vacada de Jorge María, propiedad de Miguel Alemán Magnani y Rafael Herrerías, a la que pertenece el toro indultado, conserva la sangre de la ganadería que Manolo fundó en 1976 con vacas de las principales ganaderías zacatecanas y sementales de hierros tan importantes como el de Garfias.

Martínez tuvo una visión clara de lo que debe ser el toro de lidia: bravo, con clase y movilidad. La faena de Angelino de Arriaga fue algo rápida y dispersa. Parecía que el voluntarioso chamaco tlaxcalteca quería agotar todo su repertorio en una sola oportunidad. Lo toreó por acá y por allá. Tanto toreo al por mayor llevó al toro a la extenuación. Acabó aburriéndose, pero su comportamiento fue destacado. Peleó en varas y provocó el tumbo del picador Moisés López. Tuvo un buen lado derecho y larga duración en el tercio de muleta. No se puede negar que Angelino brindó destellos sobresalientes y tandas debidamente acabadas. 

Al final le fue perdonada la vida a "Revolucionario", sumándose a la lista de toros buenos de Manolo como "Desvelado", "Zalamero" y "Giraldillo", y a otros tantos de Jorge María, como aquel al que desorejó Garza Gaona en La México en septiembre de 2010 y el reserva que más recientemente lidió El Zotoluco en ese mismo escenario. 

Valeroso

Una imperfección técnica sirvió de "pretexto" para admirar el valor de Eduardo Gallo, el domingo pasado con el toro menos malo de Carranco en la Plaza México. Y es que el diestro salmantino daba el toque hacia afuera y abría así la embestida del toro, que al volver sobre el engaño lo encontraba fuera de cacho. Constantemente se repitió la escena. Gallo permanecía quieto, sin enmendarse, obligado a presentar otra vez la muleta y forzar al toro a pasar por el camino que le marcaba. Una faena de parones ante un toro de escaso recorrido y acentuado deslucimiento.

Fue así como, a través de un procedimiento impráctico en el que en realidad se destorea, un torero se planteó a sí mismo la posibilidad de enseñar el mármol de su valor. Por cierto, ¿sabían ustedes que Gallo es de los pocos toreros que no entran en las capillas de las plazas a rezar antes de hacer el paseíllo?

Salmantinos distinguidos

La presencia de Gallo en esta capital nos hizo recordar a ilustres coletas de Salamanca, distinguiéndose entre ellos Santiago Martín "El Viti". El ceremonioso y solemne espada original de la población de Vitigudino, confirmó su alternativa en la Plaza México hace 50 años, el 30 de diciembre de 1962, fecha en la que Jorge Aguilar “El Ranchero” le cedió el primer toro de La Punta. “El Viti’ es el torero con más salidas a hombros de la plaza de Las Ventas de Madrid, ¡nada menos que 16, dos como novillero y 14 como matador!

Otras grandes figuras salmantinas fueron Julio Robles y Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”. Pedro conquistó cinco puertas grandes como matador de toros en el coso madrileño. Su hijo actuará el 6 de enero próximo en la plaza de Augusto Rodin 241. 

Reflexivo

Las profundas reflexiones que se ha hecho Jorge Gutiérrez desde que se retiró de los ruedos, lo llevaron a decir un par de frases sacudidoras durante su visita a la Plaza México para ver torear a su sobrino Alfredo, quien obtuvo una oreja por una estocada modélica.

Jorge señaló: "Extraño el miedo de salir a torear". Más tarde, soltó ésta otra, no menos impactante: "Cuando llega el retiro, empieza uno a morirse". Así, entre el miedo adictivo que necesita el cuerpo y la llama que se apaga paulatinamente por la tristeza que invade a quien deja la profesión, Jorge sobrelleva su vida sin rondarle por la cabeza la idea del retorno.   

Imperdible

El próximo lunes 31 de diciembre, dentro del resumen de la segunda mitad del año que está por terminar, repetiremos en “Toros y Toreros” los pasajes más relevantes de la sublime faena de Morante de la Puebla a un toro de La Estancia, el pasado 19 de noviembre en la Plaza México.

Vale la pena hacer una pausa en la cena de fin de año o bien degustar una uva por cada pase natural de antología del inconmensurable artista sevillano, quien por cierto regresará en febrero al embudo de la colonia Nochebuena. Además, presentaremos fragmentos de la encerrona histórica de José Tomás en Nimes, un recuerdo al fallecido Mariano Ramos y las faenas de El Juli, Arturo Saldívar y Diego Silveti el 25 de noviembre en La México.

La cita es a las 11 y media de la noche, a través del Canal Once de televisión. 

Aniversario

La semana pasada se cumplieron 60 años del nacimiento de Curro Rivera. Vio la luz primera en la Ciudad de México el 17 de diciembre de 1952. A los 20 años cortó cuatro orejas en una tarde en Madrid. A los 30, toreó su corrida número mil. A los 40, se despidió en la Plaza México, y a los 48 murió, el 23 de enero de 2001.

Uno de los toros de Carranco lidiados el domingo pasado en La México se llamaba “Payaso”. Nos hizo recordar un toro de ese mismo nombre de la ganadería zacatecana de Torrecilla, al que Curro indultó en el coso metropolitano hace casi 41 años, el 27 de febrero de 1972.

Llegada

Nació Joaquín Barba, hijo del matador hidrocálido Fabián Barba, triunfador de la temporada pasada en la Plaza México. Para él y para su esposa, una doble felicitación: por la Navidad y por el arribo de su primogénito.


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