Joao Moura hijo ya está en México para cumplir con una docena de contratos en el lapso de 45 días. Su debut en plazas del país será el próximo sábado 1 de noviembre en Valle de Bravo a las 13:00 horas, donde está anunciado con el rejoneador Horacio Casas y los Forcados Mexicanos, con toros de Santo Tomás.

Moura se encuentra muy ilusionado con esta incursión, y para ello viene con una cuadra que se compone de seis caballos. En los próximos días llegarán tres más, un hecho que sin duda habla bien del profesionalismo del rejoneador lusitano.

"Ahora mismo ya están aquí Lince, Flamenco (de recibir), Rincón, Salteador y Catanga (de banderillas) y Guadalquivir (de matar), pero pronto llegará Belmonte, que es la estrella de mi cuadra, así como Póker, otro caballo de banderillas y Oro Viejo, que lo utilizo para el último tercio", comentó vía teléfonica desde el rancho "San Javier", de San Miguel de Allende, donde está instalado.

Acerca de los consejos que le ha dado su padre, el famoso rejoneador portugués, maestro de muchas generaciones y referente histórico del toreo a caballo moderno, Joao comenta que "vendrá a verme torear en diciembre. Creo que el hecho de haber estado aquí hace más de treinta años, cuando yo ni siquiera había nacido, le ilusiona mucho. Me ha contado que los toros de México salen muy buenos para el tercio de banderillas, y que el público tiene una sensibilidad especial".

Moura hijo es un torero recio, que siempre intenta hacer el toreo a caballo con verdad y emoción: "Tengo unas ganas tremendas de encajar en este país, y se que va a gustar mi toreo de temple y riesgo", afirma con seguridad.

El caballista lusitano llegó a México anoche procedente de Lisboa y viene acompañado de su mozo de espadas, Carlos Barreto, un banderillero (en este caso denominado "auxiliador") Hugo Silva, así como de dos caballerangos.