Blanca Arroyo Loyo, hija del empresario Jesús Arroyo, falleció el sábado pasado como consecuencia de un cáncer que la aquejaba desde hace más de un año, lo que ha significado una gran pérdida para la familia Arroyo, ya que era una persona muy querida en el seno de esta casa.

Su velorio se celebró en la madrugada del sábado, en la funearia J. García López, localizada en El Pedregal, al sur de la capital, al que acudieron amigos cercanos de distintos ámbitos sociales, pues una de las cualidades de la familia Arroyo ha sido, entre muchas otras, la de saber cultivar amistades de muy diversa índole.

Desde aquí enviamos el pésame a don Chucho y a su hijo Pepe, así como a los hijos de la señora Blanca, especialmente a Paola, que siempre se ha distinguido por ser una aficionada muy entusiasta que no falta a ningún festejo taurino. Descanse en paz.