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Semblanza: El ejemplo de Beto Preciado

Miércoles, 29 Ago 2012    Ciudad Juárez, Chih.    Manuel Ríos | Foto: Archivo   
El maestro recibirá el trofeo "Efrén Acosta Baray"

Existe algo en común en la vida de aquellos niños toreros de Monterrey y que actualmente son figuras del toreo y sus nombres estan escritos con letras de oro, como es el caso de Eloy y David "Vito" Cavazos, Beto Preciado Meléndez y Efrén Acosta Baray, quienes nacieron en una plaza de toros y estoy seguro que don Héctor Cavazos Gonzalez, quien fuera conocido cariñosamente como "Torín", padre de los maestros Eloy y Vito, no sabía de estos detalles o concidencias.

Alberto Preciado Meléndez, recibirá el trofeo "Efrén Acosta Baray" el próximo 2 de septiembre en la corrida a celebrarse en Ciudad Juárez y será entregado personalmente por Efrén, que caminó a su lado miles de leguas para ser lo que son son ahora: personajes respetados en este bonito planeta de los toros.

En este momento solamente nos toca comunicar, ya que Ana Dolores, hija del maestro Preciado, nos hizo llegar una semblanza de su señor padre, en la cual ella esta consciente que Beto ha cumplido con todo los cuatro puntos cardinales de la vida: como padre, como esposo, como torero y como amigo.

Ana comenta: "Traté de hacer una la semblanza lo mas objetiva posible de mi padre, pero me es imposible comentar que, dentro y fuera del ruedo, Betito ha sido una gran figura, una persona discreta con gran respeto a su profesión y con una sensibilidad sensible y desprendida. No puedo decir mas que repetir que es una gran figura y ser humano dentro y fuera del ruedo y adjunto lo siguiente".

Mi padre nació en una casa ubicada en la plaza de toros "Fermín Rivera" y su nombre completo es Mario Alberto Preciado Meléndez, en un 28 de agosto de 1949, rodeado de un ambiente taurino, debido que sus abuelos eran los guardaplazas de el coso antes mencionado.

Entre familia torera, siendo el quinto miembro de una larga y revelante dinastía potosina de toreros de plata, encabezada por su abuelo, Pascual Meléndez Romero, y torerillos que llegaban a entrenar a la plaza. Entre ellos, Beto creció con la idea de ser torero.
 
Fue a la temprana edad de 10 años, en el año de 1959, cuando se incorporó a la cuadrilla de Aguascalientes, que manejaba Jesús Alonso, en donde también militaban los hermanos Elías y Vicente Esparza, así como Arturo Magaña. Dos años después, en Ciudad Juárez, se une al equipo taurino de "Torín" Cavazos, con los niños toreros de Monterrey, en donde comparte cartel con Eloy Cavazos, David Cavazos, Herminio Alvarado y "Lupillo" de la Fuente, así como con su gran amigo Efrén Acosta Baray.

Desde sus inicios en las cuadrillas de Aguascalientes y Monterrey, eran visibles sus cualidades físicas y mentales que lo distinguían. Es así como el 19 de mayo de 1968 debuta en la Plaza México como novillero, acartelado con Mario Sevilla y Miguel Ángel Núñez; precisamente en ese día se presenta la ganadería potosina de Carranco.

Después de varios años de intentar colocarse como novillero, existían comentarios sobre que sería un buen banderillero y éstos no dejaron de escucharse. En 1973, y después de cuatro años como aspirante, se examina Beto Preciado en la Plaza México y así, aprobado, empieza a cosechar una gran trayectoria como subalterno, tanto en ruedos mexicanos como en el extranjero.

Durante su larga y frutifera trayectoria, Beto Preciado acompañó a grandes figuras del toreo en cosos mexicanos y en plazas de gran importancia en el extranjero, como España, Perú, Colombia y Venezuela, siendo peón de confianza de Manolo Espinosa "Armillita", Chucho Solórzano, Jaime Rangel, Curro Rivera, Manolo Martínez, Miguel Espinosa "Armillita", David Silveti y Jorge Gutiérrez, a quien tambien apoderó en los ultimos tres años de su carrera.

El pasado 26 de febrero del presente año, mi padre junto con la familia tomó la decisión de retirarse  de los ruedos, comentando que se va satisfecho despues de 39 años como profesional y de tener la dicha de retirarse en perfectas condiciones..

En la decimoctava corrida en La México y al finalizar el tercer toro de la tarde, mi amado padre, vestido de malva y azabache, dio por terminada su carrera, dando una emotiva vuelta al ruedo por última vez, en lo que fue su plaza y acompañado bajo las notas de las golondrinas, siendo fuertemente arropado por ese cariño que siempre le brindaron los aficionados de este coso y lo reconocen como una figura del toreo a sus 62 años.

Mi padre es el único torero de plata en recibir 12 trofeos, de los cuales 10 fueron consecutivos, como mejor subalterno en la Plaza México; imprimeron un boleta de la Lotería Nacional y además otros reconocimientos en diversos cosos mexicanos, como Texcoco, Aguascalientes, Ciudad Juárez, Morelia y San Luis Potosí, entre otros.

Me queda solamente como comunicador de este bello mensaje de Ana Dolores a su padre, el comentar que estoy de acuerdo. Don Beto cumple con los cuatro puntos de la vida: como esposo y padre, como torero y amigo, es por eso que se le entregará el trofeo Efrén Acosta Baray, tarde en que estan acartelados Héctor de Granada, que empieza en esta tierra su despedida de los ruedos, la presentación en este coso de Fermín Rivera y la reaparicion de Gerardo Adame, con un encierro de José Julián Llaguno.


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