A través de su cuenta de Twitter (@miguelangperera), Miguel Ángel Perera ha dado a conocer sus sensaciones luego de vivir la cara y la cruz del toreo ayer en Alicante, donde un toro de El Puerto de San Lorenzo, al que le cortó las orejas, le infirió una cornada grande.

La herida fue de 23 centímetros, lesionando los musculos sartorio y semimembranoso. Sin embargo, y por fortuna, el pitón del ejemplar no lesionó vasos importantes. El torero pasó la noche sin muchas molestias, internado en la Clínica Perpetuo Socorro, de Alicante.

"La cornada como ya sabéis ha sido extensa pero gracias a Dios limpia y no ha tocado venas importante, sí dañando un poco el sartorio. He pasado la noche muy bien, sin molestias gracias a los medicamentos y, lo que es mas importante, sin fiebre hasta el momento", comentó Perera en su perfil.

Esta mañana, el médico responsable ha pasado para realizar la primera curación. Y aunque la herida es grande, luce con una buene evolución y continúa drenando. El ánimo de Miguel Ángel es alto y se encuentra satisfecho por lo logrado ayer.

"Me siento feliz y satisfecho conmigo mismo por haber sido capaz de aguantar como lo hice y cortarle las dos orejas al toro. Eso te da moral y fuerza para demostrar que, cuando un tío es capaz, sólo el toro lo puede parar y, a veces, ni eso", sentenció.

Y aunque todavía se desconoce el tiempo que Perera estará fuera de cicrculación, el torero expresó su deseo de poner todo el esfuerzo para reaparecer cuanto antes.

"Lo que si os puedo asegurar que haré lo que haga falta para estar cuanto antes; quizá por eso somos nosotros mismos los que le quitamos la importancia a las cornadas y lesiones, porque estamos dispuestos hacer esfuerzos sobrehumanos con tal de torear cuanto antes", expresó.