Durante el programa radiofónico Fórmula Taurina, el matador mexicano Joselito Adame habló de la corrida del 23 de mayo en el coliseo de Nimes, donde alternará con Diego Urdiales y Alberto Aguilar, ante los famosos "victorinos" de Victorino Martín: "El cartel tiene una particularidad muy importante: los tres desarrollamos el toreo clásico".
La declaración invita a reflexionar. Joselito Adame se llama a sí mismo torero clásico. Muy válida su autodefinición. Pero temeraria. Y quizás imprecisa.
Si nos atenemos a la idea de que la lidia moderna es una actividad que se ejecuta bajo cánones clásicos, establecidos hace mucho tiempo por Juan Belmonte, podemos afirmar que en efecto Adame, como tantos otros toreros a lo largo de la historia, se ajusta a esas pautas. Pero si ampliamos el significado de clasicismo y lo entendemos como una forma ortodoxa de interpretar el toreo íntimamente relacionada con el arte y la pureza, Joselito parece más un torero oficioso, variado, bullidor, entregado y espectacular, poseedor del valor necesario para enfrentar corridas "duras" como la del Conde de la Maza, el próximo lunes en la Feria de Sevilla. No está nada mal tener estos atributos, todo lo contrario, pero considero respetuosamente que no comulgan con el clasicismo. Un torero clásico ha sido, por ejemplo, otro Joselito: Arroyo, el de Madrid. Y antes Ordóñez, Manolo Vázquez, Antoñete…
Es curioso advertir cómo los diestros se perciben a sí mismos. A veces ni siquiera se saben mirar, no se conocen, y entonces responden absurdamente a los periodistas: "No sabría definir mi forma de torear, eso se lo dejo a los aficionados". Y éstos a su vez califican alegremente como "artistas" a lidiadores que con el paso del tiempo simplemente han logrado pulir sus maneras.
Resulta importante asumir las características propias para entonces desarrollarlas y explotarlas, evitando así el riesgo de caer en la confusión estética. Y también es fundamental que el entorno de los toreros los ubique en su realidad para saber a qué le tiran y cuál es el camino y hasta la estrategia mercadotécnica a seguir en cada temporada.
Yo diría que Joselito Adame es uno de los continuadores contemporáneos más notables del tronco del poderío en el toreo nacional, fundado por el maestro Armillita y seguido por grandes lidiadores como Arruza, Huerta, Mariano Ramos, Manolo Mejía o El Zotoluco.
En fin, es sólo una opinión. Tal vez usted piensa diferente. No olvidemos que el toreo, como todo arte, es totalmente subjetivo.
Renacimiento
Hasta el momento, los toreros mexicanos están anunciados en 19 tardes en ruedos de España y Francia. Más las que se acumulen. Tan sólo el novillero tlaxcalteca Sergio Flores tiene firmados cuatro contratos. Apenas el lunes pasado, cortó una merecida oreja en la plaza de Mugrón, Francia. En el horizonte aún no se divisa su alternativa. Ojalá llegue a punto al doctorado y no se pase de tueste.
Hace muchos años que los coletas mexicanos no tenían tanta actividad en Europa. Es el momento de aprovechar las oportunidades, afianzarse y poner los cimientos para las próximas temporadas.
Exposición
Hoy por la noche en el Casino Español de la Ciudad de México será inaugurada la magna exposición del escultor Humberto Peraza. Últimamente, el maestro yucateco ha tenido problemas de salud. Debido a ello, sólo estará presente unos minutos en el evento coordinado por su hija Guadalupe, que deseamos resulte un gran éxito.