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Ruedo: La guerra de Paz

Miércoles, 07 Mar 2012    México, D.F.    Heriberto Murrieta | Récord   
La columna de este miércoles

Mari Paz Vega es quizá la torera más sobresaliente del mundo. Ha luchado para abrirse camino, verse anunciada al lado de hombres y romper tabúes profundamente arraigados, como las raíces a la tierra.

En consonancia con sus colegas españoles, la recia lidiadora malagueña atesora técnica, oficio y recursos. Pero esto no debe extrañarnos. Lo que realmente debe sorprendernos es que a lo largo de su trayectoria no ha querido aprovecharse de su condición de mujer para eludir los riesgos intrínsecos de la profesión.

El domingo pasado en "Fórmula Taurina" contó una anécdota que la pinta de cuerpo entero. Recordó que la tarde de su confirmación madrileña en 2005, David Luguillano y Curro Díaz le ofrecieron elegir sus toros, brincándose el ritual del sorteo. Vega les reviró: "¿Acaso a ustedes les permitieron escoger su lote cuando confirmaron en esta plaza?". Igualdad de género en el toreo.

Su respuesta provocó un prolongado olé de los asistentes a la transmisión del programa. Si bien es verdad que en México se buscan encierros hasta cierto punto cómodos para ser lidiados tanto por ella como por Hilda Tenorio y Lupita López, la congruencia de Mari Paz es un atributo que la honra y merece ser reconocido.

Se vendió El Nuevo Colmenar

Francisco Miguel le vendió la ganadería de El Nuevo Colmenar a Armando Guadiana. El ingeniero también es dueño de la divisa de Jesús Cabrera. Como propietario de la vacada coahuilense, Pancho sólo lidió ocho encierros, entre corridas y novilladas. Alcanzó triunfos importantes en plazas como Aguascalientes y Monterrey y envió un lote de toros a la actual Temporada Grande capitalina.

Hace unas horas, todo el ganado empezó a ser trasladado a su nueva sede en el estado de Nuevo León donde Jaime Cavazos, hijo de Eloy, se encargará de manejarlo. Hace unos meses, Jaime se había desprendido de su ganadería, que ahora pertenece a Gerardo Garza González y que se denomina El Charco. 

Próximo libro

Jesús Dávila está por imprimir su libro "Mi vida en los toros". El querido Chucho, contador público titulado, fue juez de la Plaza México durante treinta años. Debutó en ella el 11 de julio de 1971. Esa tarde hicieron el paseíllo José Luis Velázquez (hijo del valiente Antonio), José García “El Charro” y José Angel Adame, con novillos de Boquilla del Carmen. En 1977, el novillo "Platerito" de Coaxamalucan le dio una cornada en las corraletas del coso metropolitano.

Se despidió como aficionado práctico en agosto de 1981 en la ganadería hidalguense de San Judas Tadeo, y la última vez que presidió un festejo en La México fue el 27 de septiembre de 2001.

Con una prosa limpia, Chucho platica sabrosas anécdotas, como aquella cuando le echó los cabestros en pleno ruedo a Manolo Martínez. El libro incluye también numerosas fotografías de la etapa de novillero de este personaje entrañable de la Fiesta.

Veterano

Nos encontramos con Francisco Lazo. Y para salir de dudas sobre el dato que recientemente dimos al aire, le preguntamos su edad: 87 años cumplidos. Nos habíamos quedado cortos.

Pancho Lazo ha sido una de las plumas más influyentes en la historia del periodismo taurino mexicano, pieza clave en el desarrollo de figuras como Manolo Martínez, Eloy Cavazos, David Silveti o Jorge Gutiérrez.

Como todo columnista de peso, desató fuertes polémicas. Ha superado serios problemas de salud y todos los domingos asiste a las corridas en la Plaza México. Una escritura conocedora y articulada que sigue vigente.


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