Fermín Espinosa "Armillita" viajó a España con la finalidad de prepararse en el campo y la firme intención de debutar vestido de luces cuando sea conveniente, según explica su padre, el matador, apoderado y ganadero del mismo nombre.

"La idea de este viaje es que Fermincito siga con su preparación y ver cómo se dan las cosas en los próximos meses, pues quiere debutar vestido de luces como novillero lo antes posible, aunque aún no sabemos si directamente o no con picadores, y continuar así con el legado de  nuestra familia. Así que todos lo hemos alentado en esta decisión que tiene de ser torero".

El nieto del maestro Fermín estará durante el mes de enero en casa de Pedro Gutiérrez Moya "El Capea", y más tarde hará cuartel general en Valencina, provincia de Sevilla, con un amigo de la familia, el que fuera torero Miguel Ángel Veracruz, y que vivió en Chichimeco durante más de un año cuando estuvo como novillero en nuestro país.

Por ahora, Fermincito, como le llaman cariñosamente en su casa, se meterá al campo de la mano de Capea y más adelante recibirá consejo y recomendación del maestro Curro Vázquez, lo que supone un apoyo muy especil dada la amistad fraterna que existe entre ambos toreros y los Armilla.

"Curro lo vio en un tentadero el año pasado, en la finca de Victoriano del Río, cuando fuimos a Madrid a presentar el libro de mi papá, y me comentó que sería bueno que continuara haciendo campo, como así ha sido desde hace más de dos años en que decidió formalizar su vocación", comentó Fermín.

El próximo 16 de abril, Fermín Espinosa Díaz de León cumplirá 17 años de edad y fue a los nueve cuando toreó su primera becerra y empezó a interesarse seriamente por el toreo, una afición que ha ido acrecentándose con el paso del tiempo hasta desembocar en este decisión, que provoca sentimientos encontrados en su padre, según explica:

"Sabemos lo durísima que esta profesión, y los grandes sacrifios que hay que enfrentar, pero él tiene muy claro que su misión en la vida será seguir los pasos míos, de sus tíos, Manolo y Miguel, y de su abuelo y tíos abuelos, como fueron mi papá y sus hermanos, Juan y Zenaido. Así que esperemos que siga adelante con empeño y aunque a ningún papá torero le gusta que sus hijos sufran o pasen por lo que uno ha pasado, también sabemos que el toreo tiene cosas maravillosas que producen grandes satisfacciones".

Actualmente, Fermín estaba estudiando la preparatoria abierta y le gustaría terminarla cuando regrese de esta nueva incursión a la península, tras haber permanecido, hace un año y medio, algunos meses en la Escuela Taurina de Arganda del Rey, que depende de la Fundación de El Juli que, por cierto, es su padrino de primera comunión.