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Efemérides: Un lustro de embrujo (video)

Sábado, 07 Ene 2012    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Berumen     
Aquel sublime trincherazo que pasó a la historia, captado por Berumen
Hace justamente cinco años, cuando Rodolfo Rodríguez "El Pana" iba a despedirse en una corrida que más bien parecía una dádiva por parte de la empresa de la Plaza México, el torero de Apizaco bordó una tarde de ensueño que, lejos de ser un adiós, se convirtió en una resurrección.

Aquel día en La México, El Pana le confirmó la alternativa al catalán Serafín Marín, con el testimonio de Rafael Rivera, el hijo de Curro. Sin embargo, esto solamente quedará en la estadística de un festejo marcado por el embrujo de un bohemio que vistió de rosa y plata con remates negros.

Una gran cantidad de detalles regaló El Pana a lo largo de la tarde, desde el paseíllo hasta la salida en hombros. Pero no todo fueron detalles, dado que el Brujo de Apizaco bordó dos faenas completas, toreando bien y bonito para desparramar un arte tan profundo que, irremediablemente, hizo que las lágrimas aparecieran en los ojos de muchos aficionados.

Aquel fue el triunfo de los desamparados; de los toreros olvidados por las empresas; de los que padecen humillaciones que nunca les hacen perder la fe, ni olvidar su verdader vocación.

Todavía se sigue hablando de la faena a "Rey Mago", de Garfias, un ejemplar que, por su gran calidad, fue un verdadero regalo de Reyes para el torero que, en un punto cumbre del trasteo, se sublimó para dibujar un trincherazo que ha quedado grabado para siempre, muletazo en el que se vació por completo e hizo estallar a los tendidos.

Y si no cortó las orejas fue por estar errático con el acero, como le ha ocurrido tantas veces durante su trayectoria. "Rey Mago" se fue con los apéndices al destazadero, pero El Pana conquistó el corazón del público y fue largamente ovacionado en dos aclamadas vueltas al ruedo.

"Conquistador" se llamó su segundo, al que le colocó un inverosímil par de calafia que desató el delirio una vez más. Y si bien es cierto que esta faena no tuvo la misma consistencia, contó con idéntica inspiración, magia que no despareció sino que cobró nueva entidad para mantener de pie a los espectadores.

Tras ponerle punto final a la obra de arte, las dos orejas fueron a parar a su espuerta y una salida en volandas tan emotiva como sublime, una tarde de toros que volvió a la vida a este personaje de leyenda que descartó entonces retirarse de los ruedos.

Y así, con más de medio siglo de vida a cuestas, le llegaron los contratos que nunca había tenido. Después de esa tarde, fueron más de 30 corridas las que toreó en 2007 a lo largo y ancho de nuestra geografía, embrujando a propios y extraños.

Sin embargo, esta resurrección también ha estado marcada por constantes recaídas en las garras del alcoholismo. Una y otra vez fue internado en centros de rehabilitación y, por ello, esa marca de festejos toreados en 2007 no pudo repetirse en los años siguientes, pues en 2008 toreó 10 tardes, por siete 2009, seis en 2010 y 11 en el recién terminado 2011. Más allá de los datos, El Pana se ha mantenido  vigente en el interés de los aficionados, un torero diferente y que ofrece la magia de su variedad.

En febrero de 2008 se presentó en España, concretamente en el Palacio de Vistalegre, en Madrid, acartelado con Morante de la Puebla en un sui generis mano a mano cuya primera parte se había celebrado semanas antes en la Plaza México, cuando el Brujo resultó herido. Sin suerte en Madrid, y sin la posibilidad de torear más, regresó a nuestro país.

A sus idas y venidas de los centros de rehabilitación hay que sumar los percances sufridos en estos años, cornadas como la mencionada de La México y la de 2010 en Tlaxcala., entre otras. Aunado a lo anterior, su salud se ha visto quebrantada, lo que no mengua en el espiritu del torero, pero sí en sus facultades físicas.

Logros de trascendencia ha tenido tras la tarde de su resurrección como, por mencionar algunos, los triunfos en Guadalajara y otros cosos de categoría, como la misma Plaza México, su debut en una Feria de San Marcos, en Aguascalientes, y el gran éxito en el festival de la Plaza Belmonte, hace un par de meses en Quito.

Torero de leyenda, El Pana vino a dar un nuevo aire a nuestra Fiesta brava e hizo que, tras la tarde del 7 de enero, voltearan a los toros varios sectores sociales que son ajenos a la tauromaquia. Y ese éxtasis de aquella "despedida" seguirá rondando en el ambiente a lo largo del tiempo, pues cuando un torero deja huella, ésta no desaparece jamás.

Ofrecemos el video de la faena de El Pana a "Rey Mago", aquel 7 de enero de 2007, con la narración original de Heriberto Murrieta, Mauricio Locken y Carlos Yarza, imágenes cortesía de Unicable.


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