Ya en el aeropuerto de Quito, listo para regresar a nuesto país, el novillero capitalino Salvador López platica las sensaciones que le dejó la oreja simbólica que cortó el pasado sábado en el coso de Iñaquito, en el marco del segundo festejo de preferia.

Este triunfo, logrado en uno de los escenarios más importantes del continente americano, representa mucho para Salvador, pues espera tenga la proyección necesaria para poder llegar pronto a la alternativa, dar ese paso que ha venido esperando desde hace tiempo.

"Esta oreja simbólica significa mucho para mí, pues me motiva a seguir adelante y espero me dé proyección, que tenga repersusión para poder tomar ya la alternativa en los próximos meses. Creo que entré en el ánimo del público de Quito y he dejado algunas cositas para poder volver ya como matador de toros, que es uno de mis planes", comentó el novillero.

El ejemplar que propició el triunfo tuvo cualidades importantes y le permitió a Salvador López el torear con temple, expresando el toreo que le gusta.

"Ese ejemplar era de encaste Coquilla y dio un juego parecido al de un toro mexicano, pues tenía mucho temple y transmisión Me permitió torear lento, gustándome, y disfruté mucho sobre todo los pases al natural, además de las dosantinas", explicó.

Además del triunfo, el capitalino regresa a México muy contento debido a la conexión que logró con el público, una afición que le gustó mucho y con la que se sintió cómodo.

"El público de Quito es una afición que gusta del toreo bueno; son muy receptivos ante lo que se hace en el ruedo. Algo que me impresionó fueron los gritos en apoyo a la Fiesta, ahora que se lidia bajo un nuevo formato y no se mata el toro en el ruedo", sentenció.