Con 22 temporadas consecutivas en activo y más de 2 mil corridas sobre los hombros, Enrique Ponce inaugurará la Temporada Grande el domingo de la próxima semana en la Plaza México. Esta vez, el valenciano le tiene fe a la ganadería de San Isidro. La campaña pasada, el criador Francisco Guerra mandó un encierro manejable, de calidad.
Ponce le confirmará la alternativa al principesco Diego Silveti. La feliz coincidencia es que hace veinte años, el testigo de su confirmación en la Plaza México fue el padre de Diego, el valiente y artista David Silveti (Guillermo Capetillo fue el padrino de la ceremonia). El regreso de un Silveti a La México es motivo de ilusión para quienes nos hemos emocionado antes con otros integrantes de su dinastía. La confirmación de Diego se producirá a ocho años de distancia de la muerte de su padre. Completa la tercia Arturo Saldívar, cuya gran determinación y cualidades toreras lo han dado a conocer en ruedos europeos.
La torería mexicana estará encabezada por cuatro diestros muy experimentados: Guillermo Capetillo, Manolo Mejía, Zotoluco y Rafael Ortega. Puede decirse que estando los cuatro más allá del bien y del mal, y habiendo alcanzado todo cuanto su potencial les permitió, cabe esperar de ellos el tesoro de su plenitud con detalles u obras completas impregnadas de conocimiento de la entraña del toreo.
Quien se ganó a pulso repetir en el Derecho de Apartado es el norteño Alberto "El Cuate" Espinoza, la gran revelación de la temporada pasada. Se trata de un torero muy rescatable con excelentes bases técnicas, valor sereno y buen gusto para interpretar el toreo. Su más reciente actuación en La México fue de las más convincentes de cualquier diestro en toda la campaña anterior. Otro torero rescatable que regresa es Marcial Herce.
También será muy interesante ver la reaparición de Joselito Adame, la confirmación de Juan Pablo Sánchez, la clase de José Mauricio y el estilo explosivo de Antonio García "El Chihuahua".
La temporada significará la prueba de fuego para Octavio García "El Payo". Después de una confirmación de alternativa sensacional hace dos años, no convenció en ninguna de las cuatro tardes en que fue programado durante la temporada pasada, dejándome la impresión de que se había desconcentrado de su profesión. Tampoco rayó a grandes alturas su "tauromágico" compañero Mario Aguilar, cuya calidad debe ponerlo a flote si no quiere que se le pase el tren.
De entre los extranjeros, existe un interés especial por ver a José María Manzanares, quien ha tenido en 2011 el mejor año desde que se hizo matador de toros. Aunque ninguna presencia ultramarina puede atenuar ausencias irremplazables de toreros tan únicos como José Tomás y Morante, siempre será interesante ver cómo se acoplan con la embestida del toro mexicano, tan distinto al que están acostumbrados a lidiar durante la temporada europea.
De la materia prima, el deseo es que los encierros tengan buena presencia y que resulten bravos, para que las faenas alcancen verdadera importancia.
Voluta de Antoñete
Y se esfumó Chenel, con su empaque de torero.
Recuerdo claramente una tarde de 2003 en Vistalegre. El fumador empedernido se sintió mal en plena corrida. Le faltó el aire. Se colapsaron sus pulmones de alquitrán. Entró una ambulancia y se llevaron al maestro, que duró ocho años más con el mechón blanco, el gesto seco, las ojeras colgantes, el rostro pálido y la voz carrasposa en la televisión.
Qué torero tan grande. Clásico, técnico, profundo conocedor de la lidia. Con los años ganó en solera, en categoría. Antoñete, la quintaesencia del toreo.
Lozano, aliado
Mientras que llegó el sensato desistimiento del diputado Cristian Vargas pero otros abolicionistas electoreros andan todavía inquietos, y al tiempo en que la mayoría de los gobernadores se siguen haciendo de la vista gorda o simplemente no le entran al toro por los cuernos, Carlos Lozano de la Torre, gobernador de Aguascalientes, ni tardo ni perezoso, se puso las pilas y firmó el decreto que declara a la Fiesta de los toros como patrimonio cultural inmaterial de ese estado.
En el dictamen establece que "las dos actividades más representativas de la mexicanidad son la fiesta de toros y la charrería", y declara "de interés público" la salvaguarda del toreo. La elaboración del bien argumentado texto aparecido en el Periódico Oficial del Estado de Aguascalientes corrió a cargo del profesor Jesús Eduardo Martín Jáuregui. "Como todo decreto administrativo puede ser dejado sin efecto por otro igual, pero es ya un instrumento legal para que el Congreso Federal inicie los trámites para elaborar una legislación correspondiente que rija en toda la República y blinde a la tauromaquia", anota Xavier González Fisher.
Doble cartelera
El sábado 3 de diciembre a las 5 de la tarde en Campeche actuarán los rejoneadores Enrique Fraga, Diego Ventura, Ana Batista y Fernández Madera, con ocho toros de Puerta Grande. Al día siguiente a las 16:30 se dará exactamente el mismo cartel de toros y toreros de a caballo en el municipio yucateco de Motul.
Ambos festejos de rejones son organizados por Rubén Ortega, con la colaboración del matador Rafael Sandoval.