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Juan Mora prueba la hiel y El Juli, la miel

Jueves, 14 Jul 2011    México, D.F.    Redacción | Foto: Emilio Méndez         
Julián le cortó las orejas al quinto de la tarde
La cara y la cruz del toreo se ha vivido en la última corrida de la Feria de San Fermín, en Pamplona, pues mientras Juan Mora salió con dos cornadas y por la puerta de la enfermería, El Juli abrió de nuevo la puerta grande y salió en hombros.

Y es que al abrirse de capa ante el cuarto de la tarde, Mora fue prendido de fea manera a la altura de la ingle, resultando con una cornada en el escroto. Valiente y con ganas de triunfar, se quedó en el ruedo para darle lidia al toro; así fue como, tras rematar una tanda con la muleta, el castaño lo prendió por el glúteo izquierdo y le pegó un cornadón en al muslo derecho.

La cornada fue grande, pues tiene dos trayectorias, una ascendente de 20 centímetros que atraviesa el muslo, y otra descendente, con orificio de entrada de seis y un gran destrozo muscular, aunque no reviste graves complicaciones. Mientras El Juli daba muerte al toro, Juan comenzaba a ser intervenido en el enfermería de la plaza.

Detalles de añeja torería dejó delante de su primero, un toro que tenía nobleza pero carecía de gas, quedándose poco a poco cuando Mora dejaba constancia de su alidad al torear de muleta, endilgando muy bueno trazos al natural.

El Juli es el único diestro que abrió dos veces la puerta grande en la presente edición de la feria, y si hjace un par de días bordó el toreo, hoy dejó huella de todos sus recursos y del sitio que atesora, pues estructuró una faena de importante relieve ante el segundo de su lote, un toro que si bien es cierto se dejaba meter mano, terminó por potenciar sus cualidades ante la maestría del madrileño.

Y así, perfectamente bien colocado y relajado en cada uno de los muletazos, logrando momentos de gran calidad por ambos pitones. Con determinación se fue tras el acero y dejó un espadazo trasero y desprendido, mismo que fue suficiente para terminar con la vida del ejemplar.

Una oreja bien ganada le fue concedida, pero el público pidió con fuerza la segunda y el presidente terminó por otorgarla. Al margen de la manga ancha para premiarlo en esta feria, resulta curioso que está recuperando trofeos que antes, en otras plazas y en años antereiors, le escamotearon de manera significativa.

Su primero acometía con cierta calidad a la muleta, pero terminó por perder las fuerzas y, totalmente agotado, se echó. Inútiles resultaron todos los esfuerzos por levantarlo de la arena, así que fue apuntillado.

Entre estas dos historias tan difereciadas de Juan y Julián, aparece la de Sebastián Castella, que tuvo una tarde complicada por el poco juego de su lote. Su primero manseó de salida y nunca se entregó en el muleta, por lo que todo quedó en esfuerzos.

El sexto de la tarde fue de más a menos y, aunque el francés le pudo ligar algunas series que calaron en el tendido, la cosa nunca terminó por redondearse. y td terminó en medio de silencio.

Ficha
Pamplona, España. Décimo festejo y último de la Feria de San Fermín. Lleno en tarde agradable. Seis toros de Núñez del Cuvillo, disparejos en presentación y juego. Pesos: 500, 515, 520, 580, 510 y 610 kilos. Juan Mora (auzl rey y oro): Silencio en el´único que mató. El Juli (azul celeste y oro): Silencio, silencio en el que mató por Mora y dos orejas. Sebastián Castella (azul rey y oro): Silencio en su lote. Incidencias: Juan Mora sufrió dos cornadas en el segundo se su lote; la primera en el escroto, mientras que la segunda en el muslo dererecho, de dos trayectorias.


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