Manizales ha vivido su penúltima corrida de la temporada taurina número 54 de su historia, la que había sido anunciada como la más importante del ciclo. Todo estaba dado para ello, pues a los bravos toros a los que nos había acostumbrado la ganadería de Las ventas del Espíritu Santo, propiedad del matador retirado César Rincón, se sumaba una terna de auténico lujo: Enrique Ponce, Sebastián Castella y Luis Bolívar, que al final sólo cortó una oreja lo que supuso un premio poco significativo para la expectación tan grande que había generado la corrida.
Enrique Ponce, que en Manizales parece jugar como local, estuvo esta tarde visiblemente apático, y aunque al prinicpio consiguió que el toro fuera con más recorrido y que metiera la cara con algo de calidad, lo sucesivo no tuvo trascendencia: poca movilidad por el pitón izquierdo y algunas series cortas con la mano derecha a media altura para no descomponer la embestida, antes de matar de un pinchazo hondo y seis golpes de descabello.
En el cuarto toro, Ponce realizó vistotos lances de capote, quizás de lo poco que pueda destacarse de esta actuación, pues la faena de muleta fue fría y nunca tomó vuelo ante un toro de nula transmisión. A la hora de matar atravesó al toro y depués colocó una estocada entera. Entra a matar y atraviesa al toro, para después despacharlo de una estocada casi entera en una tarde si historia para el valenciano.
Sebastián Castella dejó crudo al segundo toro para que llegara con más brío a la faena. El francés emocionó con un quite por chicuelinas rematado con media verónica y con los dos primeros estatuarios con los que dio inicio a su faena de muleta para luego aprovechar lo poco juego que dio el toro. De allí salieron un par de buenas tandas de derechazos, y algunos pasajes de la faena fueron importantes pero no hubo demasiado temple y el ejemplar vino a menos cuando el torero francés había acortado las distancias y se ponía muy cerca de los pitones. Mató después de escuchar un aviso, pues el efecto de una estocada entera trasera fue muy lento. Una fuerte petición de oreja no se consumó en el palco y su malestar le impidió salir a saludar en el tercio.
Su despedida este año de Manizales no fue triunfal como la afición y el torero esperaban, y del quinto toro del festejo vale la pena reseñar el inicio de la faena con un cambiado por la espalda, de esos que provocan angustia, y unos pocos muletazos de mucha suavidad que arrancó al mal toro que embestía pegando arreones. De nuevo colocó una estocada trasera para pasaportar al penúltimo del festejo.
Luis Bolívar se encontró en el tercer toro de la corrida con el mejor toro del encierro, y le hizo las cosas bien, comenzando con el quite por gaoneras que remató con una revolera muy torera. El inicio con la muleta fue de rodillas en el centro del ruedo. Reconociendo los terrenos del toro que fue noble, por momentos con apuro y sin la figura muy compuesta logró ligazón en algunas tandas de muletazos con la derecha. La faena fue poderosa y meritoria que terminó de pinchazo y estocada para que le entregaran la única oreja concedida en el festejo.
Cerró Bolívar su buen paso por Manizales con el peor toro de la tarde, que salió huyendo de varas, sin emplearse, huyó también de los capotes. La lidia se desordenó y el ruedo fue por un momento un caos. Banderillas negras para el toro que puso el moño al pobre encierro.
Tamibién fue una buena oportunidad para que Bolívar mostrara su oficio y realizó un trasteo inteligente, llevando al toro por todos los terrenos, pero pudiéndole con el ambiente en contra tras la bronca suscitada por no haber sido devuelto al de Las Ventas del Espíritu Santo. Desconoce la gente que la mansedumbre no es condición inapelable para el cambio de toro. Pundonor y entrega de Luis Bolívar esta tarde. Después de dos pinchazos y un aviso, mató de buena estocada.
GALERÍA FOTOGRÁFICA EN MUNDOTORO
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Séptimo festejo feria. Lleno completo en los tendidos en tarde soleada. 6 Toros de Las Ventas del Espíritu Santo, de buenas hechuras y parejos de presentación, pero de escaso juego en su conunto, con excepción del 2° y el 3°, que se dejaron y fueron aplaudidos en el arrastre. El resto fueron pitados y al 6o. se le colocaron banderillas negras. Pesos: 490, 480, 460, 442, 440 y 480 kilos. Enrique Ponce (berenjena y oro): Silencio tras aviso y silencio.Sebastián Castella (nazareno y oro): Ovación con petición tras aviso y Silencio. Luis Bolívar (palo de rosa y oro con remates negros): Oreja y ovación tras aviso.