"Desde el siete de agosto comencé a sentirme mal, con un dolor más o menos intenso en la boca del estómago, y al día siguiente que llevé a mi madre a una revisión médica, aproveché para comentarle al doctor que me había estado sintiendo muy mal, por lo que, tras explicar la molestia, me mandó a hacer un electrocardiograma, y así fue como se percató de que había sufrido un pre infarto", comentó.

A partir de entonces comenzó a hacerse diversos estudios que determinaron que su corazón estaba trabajando a la mitad de su capacidad, por lo que los médicos que lo atendieron decidieron intervenirlo para colocarle el dispositivo en cuestión. Así estuvo varios días hospitalizado en observación y recibió el alta para continuar con su recuperación en casa.

"Al principio sí me asuste porque he sido un hombre sano. Es más, en mis 66 años de vida nunca había estado hospitalizado, pero gracias a Dios se pudo diagnosticar el problema con rapidez y ya estoy listo para seguir adelante. Ahora sólo estoy esperando que me quiten lo puntos para hacer mi vida normal", comentó el diligente hijo del recordado don Facundo Arroyo, que fue juez de plaza.

Desde esta redacción le enviamos un fuerte abrazo a Miguel, con los mejores deseos de que vuelva pronto a su actividad cotidiana y, de paso, aprovechamos para agradecerle públicamente todas las atenciones que ha tenido para este medio de comunicación en su cargo como autoridad de la Plaza México, y también en otros cosos del país donde ha fungido como juez de plaza o asesor taurino.