Manolo Arruza develó su estrella en el paseo de la fama, ubicado al interior de la plaza Patria, en Aguascalientes, donde se reconoció la trayectoria del hijo del inolvidable Ciclón Mexicano, quien representó dignamente al toreo de nuestro país en ruedos españoles, principalmente en la década de los años setenta.

En el acto al que se dieron cita diversas autoridades, y se destacó la labor docente y formativa que ha desempeñado durante varios años. Por esta razón, estuvo acompañado de varios de sus alumnos inscritos en la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes, reconociendo el apoyo que ha recibido por parte Elías Esparza "La Changuita".

Una brillante carrera de novillero que rubricó en todo lo alto cuando Eloy Cavazos le otorgó la alternativa en presencia de Curro Leal, en la plaza El Progreso de Guadalajara. Al año siguiente, catorce meses después, el 22 de diciembre de 1974, confirmó su doctorado en la Plaza México otra vez de manos de Eloy, y ante el testimonio de Pedro Gutiérrez "El Capea".

Y unos cuantos meses más adelante, el 20 de mayo de 1975 (en el noveno aniversario de la muerte su inolvidable padre), ratificó su alternativa en la plaza de Las Ventas de Madrid, donde Palomo Linares le dio "el abrazo" ante el testimonio de Francisco Rivera "Paquirri", con el toro "Loco", de José Benítez Cubero.

A lo largo de su brillante carrera, el matador Manolo toreó en todos los países taurinos y sumó más de mil corridas, un privilegio reservado a unos cuantos toreros mexicanos a lo largo de la historia. Actualmente es uno de los maestros más carismáticos de la Academia Taurina Municipal de Aguascalientes Alfonso Ramírez "El Calesero", donde enseña su conocimiento a los más pequeños.