El novillero francés Tomás Cerqueira ha denunciado la agresión sufrida el viernes pasado por la noche, cuando Luis y Eduardo Álvarez, hijos de Luis Álvarez Bilbao, uno de los ganaderos de Barralva, lo agredió verbal y físicamente, golpeándolo al finalizar el festejo celebrado en la plaza "Santa María" de Querétaro donde participó.

"No es posible que esta gente actúe de esa manera, y le falta el respeto a los toreros así. Yo entiendo que a veces haya conflicto, y uno se altere durante una corrida por algún motivo, pues la fiesta de los toros es de pasión; pero de eso a mandar golpear a un torero que aún está vestido de luces, me parece una cosa muy grave", comentó el francés durante una conferencia de prensa que tuvo lugar este mediodía en la Asociación de Matadores.

Los hechos, según refiere el joven francés que hace campaña en cosos de México, sucedieron de la siguiente manera:

"El novillo que me tocó en este concurso de ganaderías pertenecía a Barralva, y la verdad es que salió de los toriles con mucha fuerza y transmitiendo, pero se rajó después del puyazo y tuve que hacerle la faena acosándolo en tablas por todo el ruedo, pues huía de la muleta. La gente que me acompaña y me ayuda en México, el matador El Cala y su hijo Calita, esucharon que el hijo del ganadero vino a decir alguna guasa y lo mandaron acallar. Esto desató su molestia y al final del festejo llegó a increparme, golpéandome a mí y a mi gente con la ayuda de choferes y guaruras".

Algunas autoridades de plaza y la policía municipal se hicieron presentes en la gresca para proteger a Cerqueira, y hubo necesidad de escoltarlos hasta la carretera Querétaro-México, pues temían que en el hotel donde se visitó estuviesen esperándolos los agentes de seguridad del ganadero para golpearlos de nuevo.

Tomás Cerqueira se siente indignado con esta situación, y aunque sabe que no procederá ningúna acción penal en contra de los agresores, pues no levantó denuncia de hechos ante un juez cívico de Querétaro, sí acudió al Consulado General de Francia en México para hacer saber el hecho y que conste como un antecedente, en caso de que sufra cualquier otra agresión por parte de dichas personas.

"Tengo conocimiento que no es la primera vez que estos ganaderos insultan o tratan de agredir a los toreros, y no sólo a los modestos como yo, sino a figuras de la talla de los maestros El Juli y Sebastián Castella. Quiero decirlo aquí para que la afición conozca qué tipo de gente se trata".