El primero de su lote fue un ejemplar bien presentado, que tuvo bravura, prontitud, fijeza y recorrido. Pero había que estar a su altura: los toros buenos evidencian a los toreros malos y los malos, a los toreros buenos. Así que "Pato" fue un exigente sinodal para Diego.
Abanto de salida, pero alegre en sus embestidas, el de Barralva fue de largo y fuerte al piquero. Sánchez se enredó en series por ambos lados que tuvieron dimensión, temple y mano baja. La parroquia le celebró a través de toda la bien construida faena. El espadazo fue caído, pero su faena pesó más que el defecto del estoque, y le entregaron una oreja solicitada por mayoría.
Al segundo de su lote, un toro descastado y complicado, que hizo sudar la ropa a las cuadrillas, Diego le plantó cara a ese mármol que cerró plaza y buscó sacarle partido, pero era prácticamente imposible. Terminó su labor de una estocada entera y recibió una calurosa ovación al retirarse del ruedo.
Ernesto Javier "Calita" vino a la perla tapatía con toda la entrega posible. Se enfrentó a un par de ejemplares que tuvieron sus complejidades. A "Gorrioncillo", primero de su lote, buscó darle distancia, pero el de Barralva exigió distancia corta, para tener al alcance al torero y ver si le echaba mano. Calita aceptó el reto y firme se plantó en la zona caliente. Luego vino el freno de éste buen torero: la espada. Mató de un pinchazo hondo y un golpe con la de cruceta para escuchar palmas del público, un reconocimiento que, de haber acertado con el acero, debió haber sido de oreja.
Al segundo de su lote, que fue un toro descastado, le costaba quedarse en los engaños y salía suelto. Calita le encontró el sitio, el tiempo, y la distancia, para realizar una faena que parecía imposible. Además, cuajó series de muy buen acabado por ambos pitones, en medio del reconocimiento del público.
Tan entregado estuvo que, al final del trasteo, intentó ejecutar unas bernadinas, pero la falta de casta de "Yeyo" no le permitió al astado acudir a los cites. Mató de una estocada entera, pero defectuosa, y una caída, al segundo intento. El público le tributó una salva de palmas que supieron a poco para el esfuerzo desplegado.
El que bailó con la más fea fue el sevillano Borja Jiménez. Qué forma de petardear en el sorteo, caray, porque eso de llevarse dos buscapiés inusuales de esa casa ganadera, que devuelvan uno al corral por falta de presencia y que, además, el sustituto fuera el manso de la jornada, sí que hay que tragar. Mejor suerte para próximas fechas, porque ésta, definitivamente, no fue su noche.
Mañana, 15 de febrero, a las 17:00 horas, se lidiará un encierro de Campo Hermoso para Alejandro Talavante, Fermín Espinosa "Armillita" y Luis David, en lo que será la segunda corrida al hilo de este taurino fin de semana en Guadalajara.