El magnífico banderillero tapatío Diego Bricio ha tomado la decisión de retirarse de la profesión después de 22 años de permanecer en las filas de los toreros de plata, por lo que así concluye una carrera brillante en la que se distinguió por su eficacia con el capote, su pureza con las banderillas y esa forma de estar y ser torero que debe servir como ejemplo a las nuevas generaciones.

Diego Bricio, nacido en Guadalajara, Jalisco, el 22 de diciembre de 1972, debutó como novillero en Cosío, Aguascalientes, el 25 de diciembre de 1987, llegando a torear en todas las plazas importantes hasta tomar la alternativa el 14 de febrero de 1999 en Autlán de la Grana, de manos de Enrique Garza y como testigo Federico Pizarro, ante un encierro de Los Martínez.

Tras un paso efímero en el escalafón mayor, se hizo aspirante a subalterno y luego de tres años se examinó en la Monumental Monterrey el 1 de septiembre de 2002, estando en el cartel Eloy Cavazos, Miguel Espinosa “Armillita” y Jorge Gutiérrez, logrando su objetivo ante el quinto toro del encierro.

"Mi retiro de mi profesión es una decisión que no fue tomada de forma precipitada, ya que me tomó bastante tiempo, desveladas, pláticas con familiares y amigos, y darle muchas vueltas a la pelota".

Comentó que una lesión de rodilla que tuvo en la plaza de Cadereyta en 2023, seguida de dos operaciones y meses de rehabilitación, aunado a una fractura que sufrió en la escápula izquierda actuando en Ojuelos, Jalisco, el año pasado, le hicieron pensar en el retiro.

"Fue una lesión bastante compleja porque tuvieron que ponerme dos placas y la recuperación duró casi un año. Todo este tiempo, desde la lesión de Cadereyta a la de Ojuelos y de estar inactivo, me hizo reflexionar muchas cosas y lo tomé como ‘señales’, algún aviso de que deje ya la profesión.

"Cumplí 22 años como banderillero profesional y también valoré la situación taurina actual que no es la mejor, la categoría que se les daba antes a los toreros de plata ya no es la misma y todo lo anterior de mis lesiones me hicieron valorar primeramente mi integridad física, la estabilidad de mi familia, soy el sostén y todo esto me hizo empezar a decidir que llegó el momento de retirarme".

Diego consideró hacer una breve campaña de despedida y retirarse en el próximo serial de reapertura en la Plaza Nuevo Progreso, pero dadas las lesiones ya no le fue posible hacerlo y, por lo tanto, dio a conocer su decisión a la opinión pública a través de un comunicado que se difundió en las redes sociales.

"No fue una decisión tomada al vapor, fue muy meditada, muy valorada. Estoy tranquilo, la tomé con mucha responsabilidad, mi familia siempre me ha apoyado en mis decisiones y por ese lado estoy tranquilo y satisfecho con mi labor y trayectoria dentro de los ruedos, ya que como novillero, matador y subalterno logré lo que me había fijado. No creo que valga la pena seguir poniéndome en riesgo cuando ya no estoy en plenitud de facultades. Creo que es responsable de mi parte hacerlo de esa manera, pero ahora con ganas de seguir disfrutando la fiesta, pero desde el tendido".

En su trayectoria en los ruedos Bricio sufrió siete cornadas como novillero y tres como subalterno, además de una fractura (la de la escápula) y tres lesiones en la rodilla izquierda (dos de ligamentos cruzados anteriores y una de menisco).

"Gracias a Dios pude formar parte de las cuadrillas más importantes de México y del extranjero, con figuras del toreo como Daniel Luque, Miguel Ángel Perera, Morante de la Puebla o Roca Rey, y también pude torear con figuras mexicanas y muchos toreros, prácticamente con todos. Creo que tuve una carrera bastante extensa, toreando entre 70 y 80 corridas por año. Me hubiera gustado terminarla con 25 años en activo, pero por distintas circunstancias no me fue posible. Sin embargo, me voy agradecido con los toreros y las empresas que tuvieron a bien tomarme en cuenta", finalizó.