El domingo pasado, como era de esperarse, la ganadería comercial de Bernaldo de Quirós envió un lote descastado a la Plaza México. Los toros fueron vacunados, más que picados, en una suerte de varas que no fue tal sino su caricatura.
¡La suerte de varas, convertida en un mero trámite! Y pensar que El Juli también pidió esta ganadería para el próximo domingo en Guadalajara. ¿Por qué los toreros españoles prefieren estas ganaderías que no les sirven para hacer brillar sus extraordinarias tauromaquias?, ¿por qué no eligen ganaderías bravas para que sus triunfos tengan verdadera trascendencia? La respuesta está en su exagerada comodidad cuando vienen a México.
Algunos ganaderos, como Javier Bernaldo, buscan un toro con menos raza a petición de los toreros, echándole demasiada agua al vino. Así no va a llegar a ninguna parte. ¿Qué papel juega en esto el empresario? Si bien debe ser el intérprete de los deseos del público, tiene que hacer juegos malabares con un sinfín de caprichos de los coletudos y los apoderados. Habría que eximirlo de ciertas culpas, ya que está atenido a las condiciones que imponen los diestros para aceptar torear en una temporada.
Veinticinco años
Hoy hace 25 años, el 3 de febrero de 1985, este cronista hizo su debut en una transmisión taurina de la XEW. En la Plaza México actuaban Curro Rivera, El Niño de la Capea y Luis Fernando Sánchez, con toros de Reyes Huerta. Estos 25 años en la crónica taurina han sido una experiencia fascinante en la que he pasado por distintas etapas, de la inmadurez al asentamiento, siempre con pasión y entusiasmo, cada vez más consciente del respeto que me merecen quienes se ponen delante del toro, con los sentidos abiertos para asimilar el toreo, dispuesto a seguir aprendiendo y preparándome cada vez más antes de cada transmisión, totalmente convencido de que la crónica taurina hablada no es simplemente una actividad periodística sino todo un ejercicio artístico de enorme categoría.
Narrar una corrida de toros es la brillante oportunidad de emplear el bellísimo lenguaje taurino, de reflejar la sensibilidad personal, de hablar con ritmo, de transmitir ideas con fluidez, de aderezar las imágenes que el aficionado observa, de saber proyectar la emoción única del toreo, de volcar el sentimiento sin caer en la estridencia. Qué importante esto: volcarse; que las palabras broten convencidas desde lo profundo del alma. Es también la oportunidad de aprender a guardar silencios, de no saturar el espacio con palabrería, de decir la cita exacta en el momento oportuno.
Considero que el narrador siempre debe defender su independencia y evitar a toda costa la chabacanería, la coba barata y el lugar común. No debe parecer un poeta emergente ni un tipo que todo lo sabe. El cronista de toros debe tener la sensibilidad necesaria para captar la belleza y valorar la importancia de una faena, y con la intención de su voz y sus conocimientos colocarse a la altura de la obra de arte en movimiento que está reseñando. Nunca por debajo, nunca por encima: peligro de quedarse corto o sonar exagerado. Si el torero se acopla al toro, el cronista debe acoplarse a ambos, y entonces contar lo que está pasando.
¡Es una bendición hacer lo que a uno le gusta en la vida! Pido a Dios que me permita seguir otros 25 años en los toros, apuntalando un estilo, orientando al público y exaltando en todo momento la grandeza del toreo sin perder un sentido crítico elemental.
Cierre de lujo
La Temporada Grande terminará el domingo 28 de este mes con una corrida de sangre española de la ganadería queretana de Barralva. ¿Estará Luis Bolívar en el cartel? El diestro colombiano tuvo una destacada actuación con toros de esa procedencia el pasado primero de noviembre en el Nuevo Progreso de Guadalajara. El encaste Parladé estará pues, en el cerrojazo del serial.
¿Doctorada?
Al final de la corrida del 24 de enero pasado, la torera michoacana Hilda Tenorio le pidió al empresario Rafael Herrerías la oportunidad de recibir la alternativa en esta misma campaña en la Plaza México. Hilda ha batallado mucho con las rehabilitaciones posteriores a la lesión en la rodilla derecha sufrida en el coso metropolitano en septiembre de 2005, que la mantuvo alejada de los ruedos durante dos años. Podría doctorarse en La México el domingo 14 de febrero, fecha para la cual está programado un encierro de Jaral de Peñas.