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El encuentro de dos dinastías de abolengo

Domingo, 06 Dic 2009    México, D.F.    Juan Antonio de Labra   
Cayetano, en capilla
Toda la atención taurina de este domingo está centrada en la quinta corrida de la Plaza México, la única que va a celebrarse hoy en el territorio nacional, y donde van a encontrarse dos dinastías de abolengo, en un festejo que ha generado interés.

La reaparición de Miguel Espinosa "Armillita" tras cuatro años y siete meses, supone un acontecimiento especial, que se ve aumentado con la confirmación de Cayetano Rivera Ordóñez, que ha venido con mucho tiempo a preparar este relevante compromiso en su todavía corta carrera.

Y en medio de ambos toreros, brilla con luz propia la figura de Octavio García "El Payo", que desde su llegada a México, tras la temporada española, ha dejado entrever una tauromaquia sólida, con triunfos puntuales en plazas como Guadalajara, Tijuana y Morelia.

Al final los toros no serán de Arroyo Zarco, como estaba previsto en un prinicipio, sino de la ganadería hidrocálida de San Isidro, propiedad de Francisco Guerra Estebanez. Una apuesta por la hechuras de este encierro, elegido como sustituto por sugerencia de los hermanos Armilla.

Cayetano ha tentado una docena de becerras, y lidiado 18 toros. El último de ellos lo mató el viernes pasado en la mismísima Plaza México. Fue un toro de Xajay, de la corrida del domingo anterior, que se había lastimado un pitón. En la soledad del gran coso, el hijo de Paquirri cuajó una faena repleta de empaque y sentimiento, que le ha dejado con la moral en alto.

Y si Cayetano ha toreado 18 toros, esos son precisamente los kilos que ha bajado Miguel, que también se ha preparado a conciencia para este nuevo reto en su vida. A un torero de su calidad, dotado de una de las mejores zurdas de la historia, siempre será un lujo verlo sobre la arena, a cualquier edad y en cualquier circunstancia.

Se espera una buena entrada, y la presencia de personalidades de distintos ámbitos de la vida mexicana. Está confirmada la presencia del embajador de España en México, don Carmelo Angulo, que quiere ser testigo de este acontecimiento, y acompañar a Cayetano en una fecha tan significativa.

Ahora sólo falta que la corrida de San Isidro embista, y los duendes bajen para inspirar a la terna. Así lo deseamos por el bien de ellos mismos, y el de una temporada a la que todavía le quedan muchas cosas buenas por delante.


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