Uno de los picadores más importantes del toreo mexicano y personaje que ha entregado su vida por la Fiesta de los Toros, Venustiano Pacheco, Don Venus, continúa activo a sus 79 años como piquero de campo, derramando todos sus conocimientos por las ganaderías bravas nacionales.

Y es que, aunque decidió retirarse hace más diez años, toda su maestría para picar reses bravas continuó al servicio de las tientas, pues los ganaderos solicitaron siempre su intervención desde el caballo a la hora de esta importante prueba.

"Cuando yo me retiré, en 1996, después de más de 40 años de trayectoria, pensé que iba a descansar. Sin embargo, muchos ganaderos se dieron cuenta y me hablaron para tentar, de todos lados, y seguimos activos, aunque ahorita estamos parados debido a problemas de salud.", explicó Don Venus.

Venustiano tienta en prácticamentre todas las ganaderías mexicanas. "Por decir algunas, estoy en Xajay, Los Encinos, Javier Garfías, Jaral de Peñas, Teófilo Goméz, en fin, estoy en casi todas las ganaderías al pie del cañon", dijo con gran alegría.

Fue en de la década de los cuarenta cuando Venustiano Pacheco comenzó con esta aventura de ser picador de toros. Don Venus se crió en la vieja ex hacienda de Xajay, pues su padre era caporal y el tentador oficial, mientras que él fungía como vaquero de los señores Jorge y Edmundo Guerrero Perruquía, fundadores de esa divisa queretana hoy día en manos de la familia Sordo.

"Como mi padre ya era mayor, yo le ayudaba a picar, y en aquel entonces era malísimo, sobre todo al principio. Pero poco a poco, picando y picando, fui adquiriendo experiencia, y mejoré, por lo que finalmente terminé por quedarme como tentador oficial en Xajay, y ahí iban a tentar las figuras de la época, como Lorenzo Garza, Armilla, y hasta Manolete, que acudió en 1945", explicó.

Al ver que manejaba el arte de picar toros bravos, se enrroló a la Unión de Picadores y Banderilleros, como aspirante, y a los dos años presentó su examen profesional, que realizó en Torreón en 1948.

"Fue una tarde dura, pues uno tiene que picar los seis toros. Recibí tres tumbos y en uno de ellos caí dentro de callejón; pensaban que ya no me iba a levantar, pero sí lo hice. Esa tarde me la estaba jugando, salí con muchas ganas, sabía que si reprobaba eran dos años más de seguir en la brega, pero afortunadamente lo acredité muy bien", recordó este gran picador.

A lo largo de todos sus años de trayectoria, Venustiano Pacheco fue parte de la cuadrilla de grandes figuras del toreo.

"Algunas de estas figuras fueron: Manolo Martínez, con el que estuve doce años como parte de su cuadrilla; Curro Rivera, Mariano Ramos y Antonio Lomelín, y de ahí en adelante, con todos los toreros importantes pude torear", señaló.

Acompañando a Curro Rivera, Don Venus toreó en España, donde tuvo actuaciones destacadas. Pacheco también fue a Suramérica, dentro de la cuadrilla de Manolo Martínez, experiencias que recuerda con mucho agrado y con una sonrisa en los labios de gran satisfacción.

Una parte fundamental del toreo son los percances y Venustiano Pacheco no estuvo exento de ellos. Un total de tres cornadas lleva inscritas en su piel este importante picador, y afortunadamente nunca sufrió fracturas.

Muchos éxitos y experiencias ha tenido este maestro de la suerte de varas y, por supuesto, la fiesta de los toros siempre deja enseñanzas

"La mejor enseñanza que me ha dejado la Fiesta es ser profesional; no beber o descuidarse, en fin, ser disciplinado para poder llegar a ser alguien, porque si te dedicas a la vagancia te quedas en el camino", dijo con firrmeza.

Ahora entregado totalmente a ser picador de campo, y con su residencia en la ciudad de San Juan del Río, Querétaro, Venustiano Pacheco tiene una gran actitud ante la vida y es feliz con lo que hace.

"Tengo 79 años, pero me siento como de 50. Voy a las corridas de toros, de hecho el pasado comingo estuve en La México, y en fin, muy contento de seguir picando en las tientas, que es algo diferente a una corrida, es algo muy bonito", concluyó Don Venus.