La presentación de Arturo Saldívar en Madrid, el próximo 26 de octubre, es una incógnita al resultar herido ayer en el coso "Nuevo Progreso" de Guadalajara, donde causó buena impresión y cortó una valiosa oreja.

“Espero recuperarme pronto porque quiero torear en Madrid el día 26, y aunque no voy a estar tan preparado como me gustaría, ahí está la oportunidad y es importante aprovecharla. Si hace falta que me peguen otro cate en Madrid, no me importa”, afirmó con rotundidad el torero aguascalentense desde la cama del Hospital San Javier, donde permanece ingresado.

Según el parte médico firmado por el doctor Víctor González Camarena, Saldívar presentaba una cornada cerrada en la ingle izquierda. Al ingresar en la enfermería se le formó un gran hematoma y fue necesario abrir la región lesionada para extraer los coágulos que se habían formado, y los médicos aprovecharon para suturar parte del músculo sartorio. Además, se observaron traumatismos en los vasos femorales.

El doctor comentó que el novillero tardará en sanar alrededor de 10 días, y si no existen complicaciones recibirá el alta hospitalaria en 48 horas.

Pese a la cornada sufrida, Arturo aseguró que "el triunfo, cuando llega, no importa que venga acompañado del percance". Y puntualizó: “Valió la pena cuando sabes por qué te pegaron la cornada y si estabas toreando con pureza y alma no duele tanto. Lo malo es cuando los toros te agarran corriendo”.

El percance sobrevino cuando iniciaba su trasteo con cambiados por la espalda; el novillo se venció y derrotó en seco sobre la pierna izquierda. Arturo no hizo aspavientos, solo se presagió la cornada cuando fue nuevamente achuchado por el ejemplar y se tocó la pierna. Parecía que ni él mismo se había dado cuenta de que estaba herido. Al final, con la oreja en la mano, se fue por su propio pie a la enfermería, en un gesto de vergüenza torera.