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"Quiero un toro con clase": Paulina Gordoa

Jueves, 07 Jul 2016    Ciudad de México    Marysol Fragoso / ANCTL | Foto: @paulinagordoa   
Un trabajo especial sobre la ganadera de Espíritu Santo

Entre las mujeres ganaderas de la actualidad sobresale la presencia de Paulina Gordoa Mercado, miembro de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL), toda vez que es propietaria de la dehesa potosina Espíritu Santo.

En este capítulo en el que la ANCTL da a conocer la experiencia de las mujeres en campo bravo de México, Paulina Gordoa ha compartido parte de sus experiencias, luego que adquiere al ciento por ciento  el manejo de la dehesa a partir del fallecimiento de su esposo, Pablo Labastida Aguirre, en 2011.

Desde entonces, ella mantiene el legado de esta casa ganadera fundada por Manuel Labastida Igueravide y que transmite a Pablo y Álvaro, los hijos que procreó con Pablo Labastida Aguirre, fallecido a la edad de 47 años.

Al morir Pablo Labastida Aguire, Paulina Gordoa Mercado implementa un cambio en la ganadería: "Pablo ya lo tenía pensado pero no le dio tiempo de hacerlo. Lo dejó arreglado pero lo hago yo hasta al año siguiente de su fallecimiento. Este, consistió ir dejando cada vez menos ganado de la rama Santo Domingo, así como hacer crecer una línea de Javier Garfias al padrear con otros animales de Teófilo Gómez y de Pepe Marrón".

La historia de esta ganadería que porta la divisa con los colores negro, blanco y rojo, da inicio en 1969 cuando la funda Manuel Labastida Igueravide, con simiente de Santo Domingo. Aunque ya entonces se había incorporado un semental de Javier Garfias y uno de Torrecilla, es hasta 1986 cuando se hace cargo de la ganadería Pablo Labastida Aguirre, que se adquiere un lote de vacas puras y un toro de Javier Garfias.

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En el año 2000 Pablo adquiere otro lote de vacas puras de Javier Garfias y las padrea con los sementales que ya habían salido de esta casa”, recuerda Paulina. "Podría decirse que hay una aportación mía al haber puesto a padrear, a partir de 2012 y 2013, toros de Teófilo Gómez y de Pepe Marrón. Yo también compré 15 vacas de Teófilo Gómez para padrear con las familias de aquí”

“Mi apuesta es tener un toro con bravura pero con más toreabilidad y clase. Que tengamos el toro que gusta en México. Que el toro haga una lidia correcta. Estoy en esa ruta. Ya he tentado esos productos de la mezcla de simiente de Javier Garfias con Teófilo Gómez y Pepe Marrón pero aún no se han lidiado en una plaza", expresó.

Para Paulina Gordoa, lo más complicado que ha tenido que enfrentar como criadora de toros de lidia es "la comercialización de los toros; defender los dineros. Hay que buscar una calidad digna en proporción del costo de lo que uno produce. Además en el campo y en el tentadero se tienen que tomar decisiones drásticas en cuanto a la selección para que más adelante los resultados puedan ser satisfactorios. En ese sentido, siento que me he equivocado poco”.

Como a otros ganaderos de la zona centro del país, en Espíritu Santo también se han visto afectados por la sequía, aunque su propietaria considera un problema más grave, la merma ganadera que se sufre a consecuencia de coyotes y perros ferales, "me producen pérdidas, tengo que rentar potreros donde vivan mis vacas y eso hace que la logística sea más complicada".

Para ella, una de sus satisfacciones ha sido: “lograr mantener la ganadería como estaba. Hay camadas largas, debido a un porcentaje alto de parición. Además hemos mejorado las instalaciones en el rancho”.

Otro de sus temas a resaltar es "que el rancho es muy productivo en la rama agrícola. Estamos muy por encima de lo que se daba antes. Ahora hemos incrementado la producción”.

En el tema personal afirma: "He inculcado a mis hijos el amor por el toro bravo para que se sientan orgullosos de su legado. Son 25 años en estas tierras y en esta actividad a las que tenemos todo el amor y la dedicación posibles”.

Respecto a la decisión que ha tomado su hijo Pablo Labastida, de convertirse en torero, señala: "No me es fácil, pero él ha vivido en este ambiente y quiero que lo tome con seriedad y conciencia. No le pongo las cosas fáciles. Espero disfrutarlo conforme las cosas vayan dando de sí… ¡Dios dirá!"

Actualmente, en la ganadería Espíritu Santo hay 110 vientres y cinco sementales de la casa, “yo ya he sacado tres sementales. A dos de estos los hoy a echar con las vacas a partir de ahora en julio y agosto”.

Paulina Gordoa finaliza con las siguientes palabras: “Vivo intensamente esta faceta al dedicarme totalmente a criar toros”.


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