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Muere Julio Pérez "Vito", inventor de la "vitolina"

Miércoles, 29 Jun 2016    Ciudad de México    Redacción | Foto: Archivo   
El decano de los matadores españoles, que toreó como novillero en México
El decano de los matadores españoles, Julio Pérez "Vito", murió en la madrugada de este miércoles en Sevilla a la edad de 88 años, y su cuerpo será velado en la localidad de Camas, de donde era originario este torero que en los cincuentas vino a actuar a plazas de México.

Vito nació el 24 de enero de 1928 en Camas y desde niño se aficionó a los toros porque su padre, Manuel Pérez "Vito", era banderillero. Se presentó en Madrid el 14 de abril de 1946, con una novillada de Jordán de Urriés y dio una vuelta al ruedo. Tomó la alternativa el 1 de septiembre de ese año en la plaza de Valencia, de manos de Carlos Arruza y como testigo Jaime Marco "El Choni", con toros de Felipe Bartolomé.  

Dos meses después confirmó el doctorado en Las Ventas de Madrid, el 3 de octubre, fecha en la que Carlos Arruza, que fue el testigo de la ceremonia, le cortó dos orejas a un toro de Felipe Bartolomé. En esa ocasión, Curro Caro fungió como testigo y también actuó el rejoneador Pepe Anastasio.

En 1951 renunció a la alternativa llegó a México. Debutó en el coso de Insurgentes el 22 de julio de ese año, con una novillada de San Mateo y acartelado con dos de los espadas más importantes de la época: Fernando de los Reyes "El Callao" y Miguel Ángel. Al segundo ejemplar de su lote, de nombre "Granate" le hizo una buena faena malograda con el acero y dio una vuelta al ruedo.

El domingo 5 de agosto lo repitieron con un encierro de La Laguna, y el domingo 16 de septiembre toreó una novillada de Zacatepec, aunque en ninguna de las dos consiguió cortar orejas. Y el 3 de febrero de 1957, cuando ya vino como banderillero, colocado en la cuadrilla de Litri, le hicieron saludar una ovación en el tercio tras un gran tercio de banderillas ante un toro de Piedras Negras.

En palabras del intransigente crítico Don Ventura, Vito fue un "banderillero fino, elegante y seguro, y fue uno de los mejores que hemos conocido, una auténtica figura". Se retiró en 1967 y su nombre siguió sonando por haber sido el inventor de la "vitolina" o "vitamina", este vistoso muletazos que se prodiga en los ruedos. Se retiró en 1967, y desde entonces fue un habitual en las tertulias sevillanas, donde siempre se sintió toreo y dictó cátedra.

Andando el tiempo, al escasear los contratos como novillero, y arrastrando algunos percances graves sufridos en Sevilla y Jaén en sus años como matador, se convirtió en uno de los mejores banderilleros de su época, y estuvo mucho tiempo en las cuadrillas de varias figuras del toreo, como fue el caso de Miguel Báez "Litri" o Jaime Ostos, entre otros.


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