Aunque de suyo la encerrona de Hilda Tenorio hoy en Tepotzotlán tenía tintes históricos, al ser la primera mujer que en solitario enfrenta seis ejemplares, la michoacana se esforzó para remontar un festejo en el que el tema se puso cuesta arriba y a la postre paseó una cariñosa oreja, premio por parte de un público que le manifestó su reconocimiento.

Lo descastado del encierro de Brito terminó con condicionar todo. Los toros,  escasos en general de trapío a pesar de no lidiarse en un coso de primera, dieron muy poco juego e incluso hubo algunos, como el tercero o el sexto, que no tuvieron prácticamente un pase.

Lo pasajes más redondos los consiguió Hilda delante del segundo, que sin estar sobrado de bravura se desplazó con mayor motor. El emotivo quite por zapopinas fue el preámbulo de una faena que podríamos calificar como alegre, en la que corrió con sabor la mano por el perfil derecho, que era el mejor del cárdeno de Brito.

El mal manejo a espadas le impidió cortar una oreja con fuerza, o a lo mejor las dos tratándose del referido circuito. La michoacana no se vio realmente tan fuera de sitio pese a estar en el hule por casi un año, pero lo que sí resulta urgente es que vuelva a agarrar el tranquillo con los aceros.

Y es que hoy anduvo desacertada en este terreno e incluso escuchó dos avisos en el toro siguiente. Aunque el tiempo apretó, el benévolo juez no le sonó el tercero y, en algo que no debió pasar dado que el ejemplar no se "fue vivo", el puntillero liquidó al toro desde un burladero cuando todavía estaba en pie.

El ejemplar que abrió el festejo la arrolló mientras intentaba fijarlo con el capote y a la postre desarrolló genio. En tanto, el castaño cuarto (al que protestaron algunos aficionados por su poca cara y remate) permitió solamente algunos esbozos por parte de su lidiadora.

Esforzada nuevamente anduvo delante del quinto, con el que dibujó buenos derechazos aunque sin la continuidad necesaria debido a que el toro se agarraba al piso. La faena vino a menos y, pese a que dejó la estocada al segundo intento, la autoridad le concedió la oreja cuando algunos pañuelos aparecieron en el tendido.

El que cerró el festejo fue el toro con mayor trapío e incluso fue aplaudido de salida, dado que contrastaba con los otros. Aunque sus hechuras eran bonitas y metió bien la cabeza en los coreados lances a la verónica, se desfondó por completo y llegó al tercer tercio regateando las embestidas, de tal suerte que nada permitió.

De esta forma reapareció Hilda Tenorio luego de la rotura del tendón rotuliano de la rodilla derecha que sufrió hace casi un año.  Hoy solventó la encerrona y destacamos ese mérito, y en realidad físicamente se notó bien, con actitud para que el panorama se revierta para poder sumar contratos.