Espectro Taurino: Volver a nacer
Sábado, 09 Ene 2016
México, D.F.
Jorge Raúl Nacif | Opinión
La columna de todos los sábados
La conferencia de prensa del pasado miércoles con Mauricio Martínez Kingston, luego de recibir el alta médica y abandonar el hospital, ha sido sin duda uno de los momentos más emotivos que hemos vivido a lo largo de los años dentro de nuestra carrera en el ámbito de la comunicación.
Y es que representó estar frente a una persona que volvió literalmente a nacer, un hombre con una fortaleza admirable y que se muestra positivo en todo momento, incluso para poder estar en condiciones de volver a los ruedos y continuar con su actividad taurina, lo que habla de una férrea vocación.
Las lágrimas que aparecieron en la mirada de un obviamente demacrado Mauricio reflejaron el profundo agradecimiento a la vida y a todos aquellos que arduamente trabajaron para que esta compleja situación pudiera salir adelante, incluyendo a toda la afición que se unió en oración en este caso particular.
Los toreros están hechos de otra pasta; cada vez nos convencemos más de esta trillada aseveración. Martínez Kingston no se ha dejado vencer y superó lo que parecía una cornada mortal. El espeluznante parte médico nos hacía temer la peor de las noticias aquella fresca noche de diciembre... y durante los días siguientes.
Este brutal percance sufrido por el subalterno mexicano nuevamente nos lleva a la reflexión de la importancia de contar, en todas y cada una de las plazas, con un cuerpo médico capacitado y una enfermería en las mejores condiciones posibles, como ejemplarmente se tiene en la Plaza México.
Digna de resaltar también la preparación del equipo que encabeza el doctor Rafael Vázquez Bayod, tanto de médicos como de paramédicos y hasta los conocimientos transmitidos a los monosabios para que actúen en la arena, pues justo la acción en los primeros momentos es la que permitió que Mauricio llegara vivo al hospital y pudiera ser intervenido.
Un tema fundamental que explicó el propio Vázquez Bayod en la conferencia de prensa es el trabajo en equipo. Todos hicieron lo que debieron hacer y en el momento oportuno, tanto en la enfermería de la plaza como dentro de la cirugía y en los diversos tratamientos de los días posteriores.
Gran trabajo tanto de los especialistas en cirugía de tórax y vascular, que son los doctores Agustín Luna y Antonio Barrios, que con prontitud atendieron el llamado y estaban ya en el Hospital Mocel en cuanto Kingston llegó en la ambulancia procedente de la plaza de toros junto con la doctoras Mónica Jiménez y Sofía Peña, y a destacar la labor de paramédicos como Santiago y Felipe, además de los monosabios Singler y El Negro.
Ahora, no nos cabe la menor duda que, en cuanto su estado de salud lo permita, Mauricio Martínez Kingston volverá a los ruedos y retomará su profesión como subalterno. Tiempo al tiempo, pero el amor por una vocación no permitirá que sea de otra forma y el propio torero de plata lo afirmó así en la entrevista que le hicimos: "Si no vuelvo, me sentiría incompleto".
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