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Tauromaquia: Capetillo, Huerta y Manolo

Lunes, 19 Oct 2015    Puebla, Pue.    Horacio Reiba | Opinión   
La columna de los lunes en La Jornada de Oriente

Recordar aquí, el lunes anterior, a Manuel Capetillo padre y su reticencia a alternar con José Huerta –sobre todo en la capital– parece que avivó en algunos aficionados amigos la llama de la polémica. Y es que, en la difusa memoria de un pasado relativamente lejano, subsiste la idea de que a Capeto lo retiró Manolo Martínez, y de que Huerta fue, sencillamente, un coetáneo más del tapatío –como los Rodríguez, Córdoba, Silveti, Ranchero, Moro, Leal, y escasos y sin importancia sus roces con el regiomontano. Ante lo cual, me siento obligado a enfatizar mis tres aseveraciones de la Tauromaquia anterior: que el rival natural del Manuel tapatío debió ser El León de Tetela; que Capetillo rehuyó sistemáticamente cualquier enfrentamiento con el poblano en cosos de la capital; y que, de los dos, fue precisamente éste quien más veces alternó con Martínez y más asiduamente comprometió su hegemonía. A las pruebas me remito.  

Capeto y Joselito

Sólo torearon junstos en la México –y únicamente dos veces-- durante la temporada de 1959. La confirmación de alternativa del tapatío databa de diez años atrás (23-01-49) y la del poblano de la Navidad de 1955, pero no habían tenido ocasión de alternar en el coso máximo. Y en El Toreo, solamente en un cartel de seis espadas, festejo de la Cruz Roja malogrado por el ganado (11-05-58), ya que Capetillo no participó en la Feria Guadalupana de 1956 en el Toreo –Huerta , y cuando el tapatío se encumbró en Insurgentes, a principios del 57, el ausente fue José.

Cuando al fin coincidieron en la México, Huerta se fue por delante, con el rabo de "Recaudero" de La Laguna por contraseña (22-02-59). No iría lejos por la respuesta, pues el de Capeto a "Guapetón" de Coaxamaluca fue un auténtico faenón, que obligó a Joselito, ya con las orejas de "Andaluz" en la espuerta, a exponerlo todo hasta sufrir seria cornada cuando iniciaba en el estribo su faena al sexto, "Lanzador", alternando ambos con Lorenzo Garza (15-03-59). Más grave aún fue la de "Camisero" a Manuel siete días después, lo cual abriría un paréntesis que se cerró al participar ambos en el beneficio de Curro Ortega organizado por Arruza en Cuatro Caminos (30-10-60), tarde histórica de siete orejas y dos rabos, uno de éstos el de "Soldado", bravísimo Valparaíso con el que Huerta estuvo colosal, sin demérito de la formidable actuación de Capetillo con "El Diablito" (oreja luego de pinchar); el otro rabo fue para Juan Silveti, el torero más puro de aquella generación.

Fue aquel un cartel de seis matadores, similar a los pocos que el tapatío y el poblano compartirían allí en lo sucesivo. Por el Estoque de Oro de 1962 ambos triunfaron pero José se llevó el trofeo (y el rabo de "Superior" de Mimiahuápam; a Manuel, herido al estoquear a "Sol", le llevaron la oreja a la enfermería).  En el propio Toreo, ambos se iban a estrellar contra la sosería de un hato de Coaxamaluca absolutamente inútil, la noche de la desierta Oreja de Oro en que Paco Camino regaló al célebre "Catrín" de Pastejé (27-03-63). Y, siempre en Cuatro Caminos, ya sólo volvieron a partir plaza juntos al lado de Alfredo Leal, que los eclipsó al bordar memorablemente a "Mecatito" de Reyes Huerta, huidizo ejemplar que terminó por seguir como hipnotizado la templada muleta del artista distritense (19-11-67). Hasta ahí los carteles (sólo 7 en 13 años) compartidos ante públicos de la capital por Manuel y José, triunfadores simultáneos de varias temporadas en las que, sin embargo, casi nunca llegaron a contender entre sí, burlando el deseo natural de la afición, por tratarse de las dos figuras más consistentes y persistentes de su tiempo.

Guadalajara

Si la capital se perdió el anhelado duelo, don Nacho García Aceves supo llevarlo a El Progreso en repetidas ocasiones, incluso en un memorable mano a mano (08-01-61: Tres orejas y rabo a José y dos a Manuel de un toro de obsequio de Valparaíso, su hierro predilecto). Poco después, ambos resultaban heridos de gravedad cuando, tomándose muy en serio la rivalidad, se arrimaron como desesperados en la despedida tapatía de El Soldado (05-03-61), permaneciendo en el ruedo hasta cobrar los rabos de sus respectivos heridores, de un duro encierro de Torrecilla. También alternaron y triunfaron al parejo en la llamada corrida del siglo (21-03-63, con Bernadó, Camino y sanmateos), aunque en años posteriores su competencia se diluyó.

No renacería sino cuando Capeto, retirado en 1968, volvió a los toros año y medio después. Ya era otro el escenario y otro el empresario Leodegario Hernández, constructor de aquel coso cuyo primer nombre fue Monumental de Jalisco y atravesaba José por un gran momento, repuesto de la cornada brutal de "Pablito". Alternando con El Cordobés primero y Palomo Linares después, las crónicas reportan sendos triunfos arrolladores del de Tetela, en el otoño de 1969. Finalmente, Leodegario los anunció mano a mano, con Gastón Santos por delante; esa última tarde de competencia, la pelea se inclinó de nuevo del lado de José Huerta, que cortó la única oreja a un correoso encierro de Tequisquiapan (02-01-70).

Hablando de triunfos y cornadas, cómo olvidar la sufrida por un encastado Capeto en Aguascalientes, en tarde en que el único apéndice fue para Huerta, mientras que El Calesero dibujó maravillas con su capote y luego naufragó ante un toro de vuelta al ruedo (25-04-63). 

España

También allí, Huerta marcó diferencias durante sus cinco campañas ibéricas --por tres de Capetillo, con una oreja al confirmar en Madrid (15.05.52), dos percances en 1951 y 52 y un serio fracaso cuando, ya figura consolidada en México, participó en la isidrada de 1963. José toreó allá los dos años siguientes (1964 y 65) y plantó su poderosa bandera en Las Ventas (oreja por feria), en el marco de sendas campañas, relativamente cortas –30 y 22 corridas pero de indudable brillantez.  

Con Manolo Martínez

La fama que corre es que Manolo prácticamente destronó y retiró a Capetillo. Pero lo cierto es que el jalisciense no ostentaba cetro alguno, y que en su segundo vis a vis en El Toreo (03-12-68), ambos cortaron los rabos de "Arizeño" (Capeto) y "Toñuco" (Martínez) de Mimiahuápam. También que, posteriormente, el regiomontano iba a encontrar un adversario formidable en José Huerta, con quien compartiría triunfos de clamor en la México (20-02-72, rabos a ambos) y una tarde memorable en la despedida del maestro de Tetela (28-01-73); tan indecisa quedó la superioridad del uno sobre el otro que se les anunció mano a mano con un encierro fuerte y encastado de José Julián Llaguno, en festejo de la Cruz Roja arrasado por inclemente ventarrón (16-04-72).

También recorrieron la república en corridas para los dos solos, sin vencedor claro. O quizá sí lo hubo, pues en Guadalajara obtuvo José el mayor triunfo de su vida, al cortar las orejas y los rabos –seis y tres de "Cantador", "Valenciano" y "Brillante", de un encierro cuajado y bravísimo de Torrecilla del que Martínez cobraría el rabo del cuarto, "Talismán" (15-11-70). En El Toreo de Puebla, si Manolo bordó asombrosamente a "Diamante" de San Martín (falló al matar), Huerta estuvo más poderoso y entregado que nunca, y sumó tres apéndices del lote más duro de Chafik y Miaja (05-05-72). Un año antes, Huerta había vencido mano a mano en Zacatecas (08-09-71: 5 orejas por 2 del regiomontano) y Tlaxcala (02-11-71: triunfador único con las orejas de un reyeshuerta en alto).

Balances capitalinos.

Sintetizando, Capetillo-Huerta alternaron cinco veces en El Toreo y dos en la México (ocho orejas y tres rabos para el de Tetela por cuatro y uno para Capeto); el tapatío y Martínez lo hicieron tan solo una vez en Insurgentes (Martínez obtuvo esa noche la oreja de "Catrín", de Mariano Ramírez, y el Estoque de Oro: 08-04-67) y dos más en Cuatro Caminos –sus recordados manos a mano de julio y diciembre del 67, con saldo de cinco orejas y un rabo para el regio y dos y rabo para el otro Manuel; en tanto la dupla Huerta-Martínez compartía cartel dos veces en El Toreo, a principios de 1966 –con José Fuentes y Ordóñez por alternantes, y sin corte de apéndices, y cinco en la Monumental México, ocasiones en que José sumó cuatro orejas, dos rabos y un Estoque de Oro (24-02-71), por cuatro auriculares y un rabo para Manolo. 

Estos son, a detalle, los resultados de las confrontaciones entre estas tres importantes figuras del toreo nuestro, que estimo confirmatorios de mis afirmaciones formuladas al principio de esta columna

¡Y hay que ver la de cornadas que repartían los toritos mexicanos de entonces!


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