El extremeño Miguel Ángel Perera continúa evolucionando de manera favorable tras la gravísima cornada en el vientre que sufrió el pasado martes en Salamanca y, de acuerdo con los últimos reportes compartidos por su oficina de prensa, se encuentra afebril y sin signos de infección.

Asimismo, a Perera ya le han sido retirados los drenajes, salvo el de la pelvis. Poquito a poco, el maestro va ingiriendo una dieta blanda y el tema va por un camino adecuado.

El torero se mantiene ingresado en el Hospital de la Santísima Trinidad de Salamanca y, desde el jueves pasado, fue trasladado a piso, aunque con visitas restringidas.