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El fiasco de la mansedumbre (video)

Viernes, 08 May 2015    Madrid, España    Juan Antonio de Labra | Foto: Emilio Méndez           
Adame enfrentó un lote imposible en Las Ventas
La corrida de los hermanos Lozano que se lidió hoy en Madrid fue un muestrario de mansos, y si acaso el tercero, el único que tuvo transmisión, permitió lucir el valor de Juan del Álamo, que cortó la única oreja –y la primera– de esta Feria de San Isidro que apenas comienza.

Alrededor de este hecho gravitó el festejo, con la presencia de su majestad, Felipe IV, en una barrera del tendido 1, y los bostezos reiterados de buena parte del público que soportó diversos pasajes de tedio. Nada nuevo en esta plaza.

Porque el juego que dieron en su conjunto los toros fue la antítesis de la emoción, y quizá lo único plausible fue que se definieron todos de salida. Es decir, que fue una corrida pareja en mansa, con un punto de definición hacia ese comportamiento que fue desencadenando la desilusión de la terna conforme transcurrían los tercios.

El primero de los espadas del cartel, Joselito Adame, se estrelló con un muro de sosería y peligro sordo que apenas le permitió mostrarse en una tarde complicada y muy cuesta arriba desde que se abrió de capote con el primer ejemplar del festejo, un toro muy serio y astifino que se defendió.

Detalles sueltos del mexicano, casi sin poder redondear siquiera una serie, fue el escaso balance de su primera cita en San Isidro, a la espera de que la corrida de El Montecillo con la que vuelve el domingo 17 de mayo, sea otra cosa y sirva para continuar su paso consagratorio en esta plaza.

De su discreta actuación cabe destacar las sendas estocadas con las que mató a los dos toros de su lote, digno final a una amargura, provocada por las pocas opciones que tuvo, de esas que enfadan al más ecuánime de los toreros.

La oreja que cortó Del Álamo tuvo su mérito porque aprovechó esa condición del tercero, la de transmitir, y le dejó la muleta puesta en la cara para que repitiera. El salmantino se esforzó con gallardía y le robó pases en un palmo de terreno, en los que se mostró muy recio y valiente. A la hora de matar cobró una estocada eficaz y fue así como tocó pelo.

En el sexto, otro toro destartalado, y de malas ideas, Del Álamo trató de redondear el triunfo pero fue imposible. Una fortísimo golpe en el vientre, cuando se cruzaba ante un toro muy violento, no lo quitó del combate. Y una vez desprovisto de la chaquetilla volvió a la cara del ejemplar para darle muerte con arrestos.

La primera faena de Pepe Moral, el alumno de ese fino artista como es el maestro Manolo Cortés, dejó el aroma cargado de torería. Uno a uno, primero, y ligados, después, dio varios muletazos por el pitón izquierdo de magnífico acabado. El sevillano le puso la chispa que le faltaba al toro, al que mató de una estocada entera del que no dobló pronto y requirió un par de golpes de descabello. En el quinto, que era bajo, y el más armonioso de hechuras, dio muchos muletazos y dijo poco.

Esperemos que mañana embista la corrida de Fuente Ymbro, de Ricardo Gallardo, a fin de que este sabor tan amargo que provoca la mansedumbre, se revierta en favor de Octavio García “El Payo”, que regresa a Madrid tres años más tarde de aquella tarde que marcó su carrera.

Ficha
Madrid, España.- Plaza de Las Ventas. Más de tres cuartos de entrada en tarde soleada, con algunas ráfagas de viento. Dos toros de El Cortijillo (1o. y 6o.) y cuatro de Lozano Hermanos, de feas hechuras y descastados en su conjunto. Pesos: 522, 507, 501, 512, 534 y 525 kilos. Joselito Adame (caña y oro): Silencio tras aviso en su lote. Pepe Moral (gris plomo y oro): Silencio tras aviso y silencio. Juan del Álamo (blanco y plata): Oreja y palmas. Incidencias: Asistió al festejo el rey Felipe VI, por primera vez como monarca, y ocupó una barrera de primera fila. Los tres toreros le brindaron el primer toro de sus lotes respectivos. Destacó en banderillas Domingo Siro, que pareó con destreza al 3o.


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