"El toreo me hace sentir vivo": Amaya (fotos)
Viernes, 20 Mar 2015
Monterrey, N.L.
Martín Banda | Especial Cancha | El Norte
A sus 14 años de alternativa, en plena madurez de su carrera
La lluvia que ha desquiciado a la Ciudad desde diciembre pasado y que ha dejado sus avenidas como un auténtico campo minado con inmensos baches, era un motivo ideal para alejarse de esta un par de días en el asueto y disfrutar de la naturaleza y benevolencia del campo bravo.
Así, rumbo a Nuevo Laredo enfilamos el rumbo y llegamos hasta la ganadería de El Vergel, invitados por sus propietarios, los García padre e hijo, donde Alejandro Amaya realizaría labores de tienta durante tres días consecutivos.
Tras su actuación en Mazatlán el domingo pasado, donde participó en un festival benéfico junto con el maestro Eloy Cavazos y los Forcados Mazatlecos, el lunes por la tarde fue imposible hacer algo pues la lluvia no cesaba de caer.
Las labores se aplazaron para el martes aún con los pronósticos en contra, pero tanto el diestro tijuanense como el regiomontano Juan Fernando González y el novillero Antonio Lomelín pudieron verle la cara a un par de becerras para calmar sus ansías, antes de que las primeras gotas de lluvia amenazante se dejarán multiplicar en cuestión de minutos.
La tarde y noche encapotada dejó el ruedo de la plaza de tientas convertido en una alberca, así que los vaqueros del campo, con balde en mano, se encargaron de sacar por la mañana del miércoles toda el agua, secarlo y con nueva arcilla dejarlo como si no hubiera pasado nada.
El sol en todo lo alto y una temperatura ambiental de 20 grados, por fin permitió que los toreros sintieran la dicha de entrenar en el campo.
Por nuestras diferentes ocupaciones no habíamos tenido tiempo de conversar largo y tendido quizá desde aquella tarde en Sevilla en que nos citamos en un restaurante junto con el maestro Tomás Campuzano, que le apoderaba tras su alternativa y de quien nos despedimos esa tarde para tomar carretera más allá de Guillena, donde un domingo anterior Amaya había alternado con el mítico Manuel Benítez "El Cordobés" en el ya lejano año del 2002.
Como entonces, las verdes montañas de la serranía sevillana, contrastadas con el árido campo norestense de Nuevo León, volvieron a ser testigos de una plática de amigos, más que de torero-periodista. Recordamos el seguimiento final de su etapa como novillero y de la oportunidad de publicar en exclusiva su crónica de alternativa, de manos de Enrique Ponce en Jaén y de cómo el colega Francis J. Cano nos había hecho llegar las imágenes de ese gran momento.
La amistad con Francis viene de años atrás, cuando nos apoyó personalmente en el diario jienense para el que trabaja, aquella tarde del 18 de octubre de 1998 al asistir como único medio mexicano a la alternativa de Enrique Espinoza "El Cuate", de manos del mismo Enrique Ponce.
La plática con Alejandro surge mientras los trabajadores ponen a punto el ruedo y en tanto alguien de la casa de campo llega con las agujas norteñas y las arracheras que horas después habrán de invitar los esplendidos anfitriones.
"Con los ganaderos hemos hecho una amistad muy bonita", confiesa Alejandro, "me ha hecho favor de tenerme ya varias ocasiones en lo que va del año y la verdad que me ha marcado mucho el rumbo de mi año, porque he podido tentar con mucha mayor continuidad que en otros momentos de mi vida. Es muy difícil poder ligar uno o dos tentaderos por semana, imagínate el hecho de tentar casi a diario".
El tijuanense establecerá como su base de operaciones la finca que los señores García tienen en Ezequiel Montes, Querétaro. "Ahí voy a estar viviendo… me he identificado mucho con el ganado de aquí, siento que me han aportado mucho las vacas, siento que tienen mucha movilidad, muchos pases y he adquirido un buen fondo fisco y taurino con ellas", dijo.
Los ojos azules de Amaya parecen brillar por la emoción que le transmite pensar el buen momento que atraviesa y de sentirse arropado por una casa ganadera. "Me llega en un momento de madurez personal, tengo 37 años de edad, este invierno cumplo 14 años de alternativa, ya es un espacio de tiempo significativo, un caminito recorrido y muchas vivencias que me han venido curtiendo como torero.
"Tengo mi ilusión intacta, cada día me gusta más mi profesión, cada día disfruto más de ella, reunido de grandes amigos que a la vez hacemos equipo. Se han reunido muchas cosas y como nada se consigue solo creo que ahora sí están todos los ingredientes para que ayudados un poco por la suerte, hacer cosas bonitas y podamos disfrutar de ellos", agregó.
Hablamos también de su tierra, de Tijuana, de la que salió hace ya 18 años y a donde solamente regresa en fiestas de fin de año y en alguna ocasión en el verano para torear ante sus paisanos. Cuenta que su padre, Jorge Hank, y sus hermanos, no son aficionados al toro, puesto que para ellos el toreo es un mundo distante, por la atención que le dan a sus compromisos de otra índole principalmente.
"Tijuana sí que me ha quedado como para el que vive en Alemania, es un punto para un torero muy alejado de la gran parte de la actividad taurina. A pesar de que ahí tengo a mi familia y mis amigos de la infancia la verdad es que la visito poco y cuando estoy con ellos del toro casi no hablamos y eso es algo para mi muy bueno porque me despejo hablando de otras cosas, ellos cuando pueden me acompañan en la plaza, como yo a ellos en sus actividades, pero nada más".
Inevitable tocar el tema del futbol, su otra pasión por el cual su hermano José Alberto ha cumplido un suelo que tenía, ser propietario de un equipo de futbol profesional y que en poco tiempo ya ha sido campeón del futbol mexicano: los Xolos de Tijuana.
"Yo soy Xolo por completo, siento que lo llevo en la sangre. He visto crecer al equipo ahí desde fuera y me he dado del enorme esfuerzo de mi hermano Jorge que era un sueño para él, algo que se planteo y la verdad que han creado una gran afición. Para Tijuana ha sido muy importante, nos ha dado un sentido de identidad, nos sentimos orgullosos cuando vamos fuera y hemos sido campeones muy pronto, encabezamos el escalafón eso es algo de lo cual me siento muy orgulloso por José Alberto y si me siento Xolo por completo".
-¿Y en la vida te sientes "xolo" (solo)? Has salido de tu casa desde hace 18 años… y en el ruedo estas "xolo" (solo) ante el toro?
-"Nunca me he sentido por completo xolo (risas). Siempre he tenido un buen amigo. Tú has vivido de primera mano cosas que han sucedido en mi vida, como el tiempo que viví en casa del maestro Eloy, he tenido pareja y ha sido un gran apoyo para mí.
"Gozo de muy buenas amistades y me he rodeado de grandes profesionales que siempre me han ayudado como es el caso ahora de Jorge Canales (su apoderado). Me he rodeado de gente buena, es una profesión muy distinta lo que la gente puede creer que es, que uno es muy apartado, pero no, nunca está uno completamente solo. Delante del toro también se siente uno solo porque se pasa mucho miedo, pero si uno pudiera pensar claro por completo te das cuenta que también te acompaña Dios, y en fin yo creo que con todo y que batallas con muchas cosas de repente no te ruedan las cosas como desearas".
Entonces Amaya cambia el escenario y vuelve a reflexionar:
"El fracaso es duro y muy cruel y te castiga mucho en el ánimo. Hay gente del toro que me parece que no es gente buena, que le da muy mala imagen al toreo y muchas veces quisiera uno agarrarse de ahí para aburrirse y creer que el toreo no es lo que uno creía que era, pero sí lo es, el toreo es una profesión bellísima, tiene una gran verdad lo que se le hace al toro, creo que es lo que hace que merezca la pena todo lo que uno batalla por fuera, sentir un toro pasar por delante y sentir que lo llevas toreado creo que lo es todo".
Luego de recordar las tardes benéficas promovidas por su madre María Elvia, quien falleció hace algunos años, Alejandro dijo que ya prepara maletas para viajar a España tan pronto pase el compromiso del domingo en Tijuana, donde alternará con Sebastián Castella y Octavio García "El Payo".
Tenemos cosas para torear este año en España, me gustaría volver a Madrid, ya hemos tenido platicas con la empresa, me voy a cerrar esas cosas que están por ahí antes de volver a mis compromiso de aquí en México, espero salir en los carteles de Aguascalientes y poder más adelante pensar en una Temporada Grande a fin de año".
Por último, ya con la mira puesta en la corrida del próximo domingo en su tierra, Alejandro Amaya afirma que "estoy feliz de haber vivido lo que he vivido hasta el momento; estar agradecido, estar plenamente convencido que no me hubiese gustado hacer otra cosa con mi vida, es algo que me hace sentir muy bien; me hace sentir vivo. Hoy y me levanto, estoy en el campo, soy alguien sano, soy deportista, hago lo que más me gusta la verdad que me siento muy afortunado por tener esta vocación".
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