La ganadería de Boquilla del Carmen celebró su primera tienta del año que arrojó buenos resultados para el ganadero Manuel Fernando Sescosse, quien además inició con el pie derecho el 2015, toda vez que el pasado primero de enero el matador Antonio Romero le indultara un toro en Tlaltenango, además de que en dicha corrida se cortaran seis orejas.
En el campo bravo zacatecano que se acompaña del paisaje invernal realizaron labores de tienta los matadores José Mauricio, Joselito Adame y Fermín Espinosa."Armillita IV", además de los novilleros Mirafuentes de Anda, José María Pastor, Mariano Sescosse -sin caballos-, y el becerrista Arturo Gilio.
La bravura de las becerras se dejó de manifiesto en esta prueba que se convierte en el laboratorio de los ganaderos, en este caso, a vista del propietario del hierro se evaluó además la clase, la nobleza, fuerza, entre otras cualidades que con celo se cuidan para las futuras procreadoras de ganado bravo.
La tienta además de la calidad de las becerras fue un esbozó de diversas personalidades, cada torero se expresó al natural, firmando y haciendo propio cada trazo.De los novilleros también dejaron una muestra de lo que buscan ser, como Mirafuentes de Anda que sigue con hambre de llegar a ser alguien importante.
Recapitulando la tienta, destaca la primera vaca, herrada a fuego con el número 27, buena, brava, noble, que fue desde largo al caballo del picador Mauro Prado, yendo en seis ocasiones, una estampa plena de bravura. Con la muleta la becerra fue franca y tuvo fijeza por lo que Mauricio deletreó los muletazos; con calidad toreó con la diestra, corrió a placer la mano para embelesarse con su toreo artístico.
Joselito Adame tuvo pasajes importantes con la vaca número 25, firmó momentos para el recuerdo, con naturalidad toreó con temple y pulso, cada muletazo se acompañaba de la clase, el ritmo y de ese sitio privilegiado que el tiempo y momentos como este le han dado.
Fermín también mostró sus avances y las buenas maneras para hacer el toreo recreándose con cada una de las vacas que le correspondieron lidiar y poniéndose además a tono para los compromisos que están por llegar en el presente año.
La tienta arrojó buenos resultados para ganadero y toreros que tuvieron que costear con el factor viento que se presentó durante toda la tienta y que puso las cosas cuesta arriba no así el oficio de cada uno de los participantes que ofrecieron lo mejor de su toreo. Labor importante y a destacar es la del picador Mauro Prado, hombre experimentado a caballo que también se mostró con oficio demostrando con ello el por qué es considerado uno de los mejores varilargueros de nuestro país.