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El Conde y El Payo triunfan en Guadalajara (video)

Domingo, 02 Nov 2014    Guadalajara, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Memo Sierra           
Cortaron dos orejas por coleta y salieron a hombros

Pues habrá que decir que Los Encinos volvió por sus fueros en esta plaza. Luego de algunos encierros que no estuvieron al nivel de la presentación que los toros de este hierro tuvieron en Guadalajara, ésta tarde Eduardo Martínez Urquidi  nos lo ha traído, no como Dios manda… sino como esa casa tradicionalmente los había enviado.

En cuanto a los toreros, Alfredo Ríos “El Conde” y Octavio García “El Payo” pues, que han hecho sándwich al torero extremeño Alejandro Talavante. El torero tapatío nos muestra ya una madurez, una solvencia y un saber estar en la cara del toro que a mí ver eleva sus bonos ante la exigente clientela tapatío.

Dos faenas interesantes en las que a base de inteligencia logró extraer las faenas que le merecieron una oreja en cada una de ellas. Al primero de su lote, “Coronel”, un toro con seriedad por los cuatro costados, aunque no muy bien equilibrado de pitones y volumen provocó un tumbo espectacular, el de Guadalajara se dio cuenta de inmediato que no iba a durarle mucho.
 
De todas formas, se enfrascó en el tercio de quites con Talavante para responderle con un quite por crinolinas que le salió pintado y claro que el público se lo reconoció con una sonora ovación. Cubrió el tercio segundo con mucha voluntad, pero corta fortuna. Bien Alfredo Ríos en el inicio de faena con terna de estatuarios, el de la firma pa’ cartel y de tirón hasta la boca de riego para celebrar una cerrada ovación.

Todo pintaba bien. Pero el astado comenzó a tardear y a pasar en cámara más que lenta, hasta rondar el umbral de la sosería. El Conde le dio importancia a su labor y aguantó a pie firme los amagos de pararse a medio viaje para convertir aquello en una faena basada en la inteligencia y la entrega.

Su labor estuvo salpimentada con pases de la firma, trincherillas, del desdén, un par de redondos y hasta un desplante sui-géneris. Después de las manoletinas y el toreo por la cara, el tapatío sepultó una entera rinconerilla, pero fulminante. Aplausos al toro en el arrastre y una oreja al diestro.

Con el cuarto de la tarde, que iba a quedarse campante el espada paisano, pues El Payo se había ido por delante con dos orejas. “Doble Letra”, negro entrepelado, ligeramente vuelto de pitacos, con unas hechuras que nos pareció toda una promesa fue aplaudido al saltar al ruedo. Un ejemplar que reunía la belleza de su especie y el trapío evidente. Un cromo. verónicas mecidas al calce y un remate de media a pies juntos arrancaron la ovación. Siguió un aplaudido puyazo de José Prado, un quite por chicuelinas de razonable manufactura.

Vino el tercio de banderillas y El Conde estuvo en su sitio. Vino un brindis hasta las alturas a la zona de minusválidos, para un niño quien, a pesar de estar en silla de ruedas, no falta a la plaza. Ésta tarde, incluso, vestido de torero. Cerrada ovación al coleta de Guadalajara. Alfredo Ríos llevó a los medios a su enemigo con gran torería y en la distancia exactísima que pedía el de Los Encinos.

El toro era noble, fijo, con calidad, pero el gozo se fue al pozo. Insistió el torero para conseguir pasajes de gran emotividad al aguantar los intentos de quedarse el astado a mitad del muletazo. Derechazos. Un par de naturales con remate por bajo que fueron de pintura. Su porfía consiguió, aparte del reconocimiento de los aficionados, un par de redondos con aderezo de salva de aplausos. Bueno, hasta un desplante “peculiar”, ¿verdad matador? Luego la estocada entera. La oreja y… petición. Qué digo petición… exigencia del graderío que el juez no atendió para llevarse una bronca a casa.

Octavio García “El Payo”, para fortuna de la fiesta está retomando una línea ascendente que hubiésemos querido jamás perdiera. La cosa es que está de vuelta y es una gran noticia. El triunfo de hoy, seguro vendrá a darle una mayor seguridad e ilusión en su carrera. La faena al primero de su lote, como todo el encierro, un toro con todos los atributos para llamarle así fue con temple, dimensión, buen gusto y entrega.

Fundamentalmente derechista –claro que probó por el lado izquierdo– pero sobretodo uno… uno que me llevo en el recuerdo: mano baja, cintura quebrada, firme las zapatillas y estirado el brazo hasta allá ¡Muletazo de historia! Sepultó un  espadazo hasta los gavilanes que se llevó al otro mundo al toro.

Aplausos al toro en el arrastre, petición unánime de la oreja, y don Arnulfo Martínez –seguramente emocionado– mostró el par de pañuelos, para que viniesen las protestas por el segundo apéndice. Total que el torero las recibió y respetuosamente con el juez y el público, se guardó sus trofeos en el chaleco y todos contentos. Menos don Arnulfo, que se llevó un par de broncas en la espuerta.

Ah. Tampoco –supongo– Alejandro Talavante quien, si bien los astados de su lote no mostraron condiciones diferentes que el resto del encierro, el extremeño hoy no estuvo de vena. Con su primero abrevió entre protestas y con el segundo de su lote, a pesar de brindarlo al público, ellos mismos le recriminaron su falta de entrega de hoy. Pitos en sus dos.

Para el próximo domingo 9, ante un encierro de San Isidro, Fabián Barba, el hispano Daniel Luque, quien se presenta en ésta plaza y el tlaxcalteca Sergio Flores, triunfador de la temporada anterior con cuatro orejas en la misma tarde.

Ficha
Guadalajara, Jal.- Cuarta corrida de la temporada. Un tercio de entrada (unas cuatro mil personas) en clima agradable. Toros de Los Encinos, muy bien presentados, con edad, romana y seriedad en la cara, nobles, de poca duración en su conjunto, de los que destacó el 3o. por su clase. Pesos: 570, 505, 515, 545, 560 y 510. Alfredo Ríos "El Conde" (verde botella y oro): Oreja y oreja con fuerte petición. Alejandro Talavante (salmón y oro): Pitos en su lote. Octavio García "El Payo" (tabaco y oro): Dos orejas y silencio. Incidencias: El juez fue abroncado en el 4o. por no conceder una segunda oreja al Conde. Destacó en varas José Prado, que fue ovacionado en el 4o. Al finalizar el paseíllo se tributó un minuto de silencio a la memoria del maestro José Mari Manzanares.


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