Después de los triunfos que ha conseguido en distintas plazas de importancia tanto en México como en España, los aficionados se preguntan si Joselito Adame ya debe ser considerado una figura del toreo.
Para darnos una idea de cuáles son las características de una figura, repasemos algunos aspectos de la reciente reaparición de José Tomás en Juriquilla. El diestro español vigiló atentamente la venta de boletos, escogió el ganado, decidió qué medios transmitirían por radio, evitó la transmisión por televisión, decidió a qué hora debían ingresar los medios de comunicación al callejón, controló el acceso de personas al patio de cuadrillas, llenó la plaza, prohibió el movimiento de los insufribles vendedores ambulantes durante la lidia e impidió que sonara la música durante las faenas. Es decir, ejerció como figura del toreo, incluso extrapolando las facultades más comunes de una figura.
Otro claro ejemplo de una figura del toreo fue Manolo Martínez, un lidiador de gran personalidad que tenía el control de la Fiesta. No en balde era llamado “El Mandón”.
La figura del toreo hace lo siguiente: impone condiciones en las negociaciones, manda dentro y fuera de la plaza, es base de carteles -no su complemento- y tiene capacidad de convocatoria, personalidad, regularidad triunfadora y solidez torera.
Aunque la cantidad de gente que convoca Joselito Adame no se puede comparar con la que llevaba a las plazas Manolo Martínez en una época donde existía un mayor interés masivo por los toros, Joselito llena los requisitos arriba mencionados. Para muestra, las condiciones en que fue contratado para la reciente Feria de Aguascalientes (fue el único coleta que firmó tres tardes) o las que negoció su administración para actuar en nada menos que cuatro ocasiones durante la pasada Temporada Grande de la Plaza México.
Hoy por hoy es el torero mexicano que más interesa y seguramente el que más cobra. Joselito ya puede ser llamado figura del toreo en México y el siguiente paso, difícil mas no imposible, es llegar a serlo a nivel mundial. Para ello, a la larga tendrá que imponer condiciones allende nuestras fronteras y alternar con las figuras ultramarinas en la mayoría de los carteles donde se le anuncie.
¿Se imaginan si la televisión le diera seguimiento como al “Chicharito” Hernández o “El Canelo” Álvarez? ¡El torero de Aguascalientes ya sería un personaje popular a nivel nacional!
Todos al hule
Después de la insólita y prematura terminación de la corrida del martes antepasado en Madrid por falta de toreros (David Mora, Antonio Nazaré y Jiménez Fortes se fueron al hule), el maestro Giraldés accionó su privilegiada memoria y recordó la novillada del 28 de agosto de 1941 en la plaza de toros El Toreo de la Condesa, exactamente seis años antes de la cornada mortal de “Islero” a Manuel Rodríguez “Manolete” en el coso de Linares.
Ese día resultaron heridos los seis novilleros, un picador y un banderillero. Se lidiaban ejemplares de Quiriceo y Atlanga. El festejo tuvo que suspenderse en el cuarto de la tarde y se tuvo que pedir apoyo a la Cruz Roja cercana. Los empresarios eran Joaquín Guerra y Felipe Mota. Después de aquella tarde, la ganadería de guanajuatense de Quiriceo, propiedad de los hermanos Jorge y Eduardo Jiménez del Moral, cayó en un profundo bache del que tardó muchos años en salir.
Resignación
El curso ATLS, que consiste en adiestrar a los médicos para estabilizar en la plaza a los heridos por asta de toro antes de ser llevados a un hospital para su operación, empezó a darlo en México el doctor Rafael Vázquez Bayod en 1985. ¿Cómo es posible que casi 30 años después siga sin aplicarse en todas y cada una de las plazas del país?
El fallecido Eduardo del Villar no fue estabilizado en la plaza de Seybaplaya y para colmo, los forcados no están afiliados a la Asociación de Matadores, Novilleros, Rejoneadores y Similares. Francisco Dóddoli, el nuevo representante de la asociación, tenía programado reunirse ayer con los cabos de los distintos grupos de pegadores para tramitar su ingreso al sindicato.
¿Qué grado de responsabilidad tuvo la empresa de Seybaplaya en la muerte del mártir hidalguense? Su tío Gerardo del Villar no le busca tres pies al gato: “Ninguna, fue una decisión de Dios”. La contundente certeza de un creyente…