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Arturo Macías sale a hombros en Puebla

Viernes, 02 May 2014    Puebla, Pue.    Álvaro Sánchez | Foto: Ángel Sainos         
Dos orejas y salida en volandas
El diestro hidrocálido Arturo Macías fue el triunfador de la corrida de ocho toros que se desarrolló la noche de este viernes en "El Relicario" de Puebla, pues le tumbó las dos orejas al segundo de su lote y, a la postre, salió a hombros por la puerta grande.

Tuvo el mérito Arturo de perseverar ante el sexto toro que brindó a Rafael Ortega; el burel que no estaba sobrado de casta metía en cambio la cabeza con claridad, así le vimos desde el capote gustarse sobre todo en un cadencioso quite por mandiles. La labor muleteril en la que prevaleció el aguante se desarrolló sobre ambas manos, siendo por el izquierdo donde brotaron naturales de magnífico acabado acompañando con la cintura.
 
El trasteo fue largo y en su fase final el diestro se adornó con desplantes oportunos pero sin abusar de ellos, vendrían unas manoletinas antes de buscar la igualada para irse por derecho tras el acero que no tardó en hacer efecto; albearon los pañuelos otorgando el juez una oreja y después la segunda ante la insistencia del respetable.
 
Al segundo de la noche lo lanceó ganado terreno hasta rematar con un par de medias verónicas, instrumentó chicuelinas en el quite sin entusiasmar lo suficiente, aunque luego realizó una faena en la que bajó sabrosamente el engaño con la diestra. Cuando se trató de entrar a matar batalló para conseguir la igualada que buscó en diferentes terrenos, pinchando hasta en cuatro ocasiones antes de meter medio espadazo tendido, cuando había sonado el primer aviso tras el cual escuchó palmas.
 
El primero en tocar pelo fue Juan Pablo Sánchez, que hacía su presentación en este coso; esto ocurrió con un castaño de regular juego al que hilvanó muletazos largos por el lado derecho en los medios; sin embargo cuando el astado se fue a la zona de tablas, ahí tuvo que seguirlo para extraerle más muletazos;  con habilidad dejó estocada caída llevándose un apéndice que paseo entre aisladas protestas.
 
Muy poco logró de capa ante el descastado que cerró la velada, había la esperanza de que pudiera sacarle mayor partido en el tercio de muleta, incluso se animó a pedir la música que en realidad no tuvo caso; fue una labor de trámite que culminó con otro espadazo certero retirándose a la barrera en silencio.
 
Estupendamente presentado fue el que abrió plaza y correspondió a Rafael sin que luciera con el capote, el animal empujó con fuerza que casi derriba a la cabalgadura de Paco Salinas, quien con valor se quedó montado, no obstante el toro recargó siendo entonces cuando se produjo el tumbo.
 
Antes que la gente pidiera las banderillas los subalternos se apresuraron a cubrir el tercio lo cual no gustó; el matador empezó con suaves doblones tratando de meter al toro en el engaño, sin embargo se le frenaba peligrosamente y no había forma de hacerlo pasar; el disgusto aumentó cuando acertadamente el diestro optó por torear de pitón a pitón y le pitaron al dejar la espada muy abajo después de un pinchazo.
 
Mejor estilo tuvo el corrido en quinto lugar aunque terminó con poco gas, Rafael lo aprovechó en rítmicas navarras y cuajó un buen tercio de banderillas que le reconocieron; fue llevándose al burel hacia los medios ligando algunos ayudados, después en otros terrenos emocionó con un desplante que remató dando el de pecho rodilla en tierra; la estocada que no fue suficiente teniendo que recurrir al descabello con el que acertó en el primer golpe, al no prosperar la petición todo se redujo a recorrer el anillo.
 
Saltó al callejón el primero de El Payo, quien apenas logró lances regulares; un buen puyazo de Efrén Acosta no acabó de atemperar las embestidas del toro, por lo que el queretano tuvo que exponer ante las descompuestas embestidas, como ese fuerte derrote que casi le da en la cara y lo desarmó; no habiendo mucho qué hacer entró a matar señalando dos pinchazos antes de una estocada caída en medio del silencio.
 
Hizo concebir esperanzas el corrido en séptimo lugar de bella lámina y alegre salida que aprovechó Octavio para torear bien a la verónica; después del  puyazo se arrancó de largo el de Villa Carmela emocionando el torero con un gran quite por chicuelinas. El toro continuó embistiendo bien en banderillas y ya para la muleta acortó las embestidas, de tal suerte que todo se vino abajo hasta terminar nuevamente en silencio después de un pinchazo y estocada caída.
 

Ficha
Puebla, Pue. Plaza "El Relicario". Media entrada en noche agradable. Ocho toros de Villa Carmela bien presentados y de juego desigual. Pesos: 495, 499, 532, 460, 514, 479, 463 y 470 kilos. Rafael Ortega (blanco y oro con cabos negros): Pitos y vuelta tras petición. Arturo Macías (carmín y oro con cabos blancos): Palmas tras aviso y dos orejas. Octavio García "El Payo" (azul purísima y oro): Silencio en su lote. Juan Pablo Sánchez (negro y oro con cabos blancos): Oreja con leves protestas y silencio. Incidencias: El festejo duró  tres horas con treinta minutos. 


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