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Tauromaquia: De La Grande, a Fallas y Sevilla

Lunes, 17 Mar 2014    Puebla, Pue.    Horacio Reiba | Opinión   
La columna de este lunes en La Jornada de Oriente

Cerrar el ciclo 2013-2014 en la México no requiere de mucho espacio. Ni gran imaginación. Una vez revisado el desempeño de los diez diestros mexicanos que hemos agrupado como la generación renacentista (La Jornada de Oriente, 10 de marzo de 2014), el resto se resume solo. Comprende el doble repique de dos artistas que trajeron solera de la buena desde el lejano confín en que se encontraban   –Federico Pizarro y Jerónimo, la digna despedida de un estupendo profesional, de triunfal trayectoria capitalina –el apizaquense Rafael Ortega– y poco más. Y dentro de ese poco más, un invierno bastante deslavado de los ases hispanos, entre los cuales el papel protagónico recayó en Juan José Padilla, el menos figura del reparto. Para el resto, aunque también para el valeroso jerezano, el beneficio mayor estuvo en sus giras por plazas de los estados. 

El toro siempre manda

Fue una temporada –una más- presidida por la mansedumbre pajuna y el descastamiento agravado por la debilidad de casi todas las reses que saltaron a la arena de la Monumental. Nada nuevo, aunque el mal y las preocupaciones inherentes vayan en aumento.

Anunciar casi puras divisas cuyos antecedentes no apuntaban a otra cosa es una prueba más de la incompetencia de la empresa, pero el caso es que inclusive hierros relativamente a salvo del estigma del post toro de lidia mexicano, como Barralva o Xajay, enviaron mayoría de animales con patas de trapo, que salían ya aplomados del toril, con la cara alta y el celo perdido al final de cada muletazo, y proclives muchos de ellos a rajarse y desentenderse del torero. Ocurrió incluso que un toro de La Joya –"Barbabuena", para Juan Pablo Sánchez (19-01-14)– se echaba en la arena y tuviera que ser apuntillado tras varios minutos intentando en vano incorporarse. Y eso que, como al noventa por ciento de los que asomaron por toriles, se le ahorró el proverbial castigo en varas, reducido a la condición de simulacro. Cómo no experimentar decepción y dudas acerca del porvenir de nuestra fiesta con semejante ganado.

Con todo, dos corridas de decente comportamiento llegaron de Tlaxcala, con los hierros de Rancho Seco y De Haro. Fernando de la Mora, por su parte, marcó un contraste radical entre lo pastueño de su primer encierro y la mansada, uniforme en el comportamiento amoruchado y en el pelo berrendo de los seis, que malogró la nocturna del 5 de febrero. Hubo además unos cuantos toros sueltos, de procedencias diversas, que salieron a demostrar que no todo está perdido en materia para la cabaña nacional de bravo.

Recuento ganadero

Barralva salvó los muebles gracias a dos de sus 14 astados, repartidos en dos corridas: el muy serio y encastado "Farolero" –al que cortó Joselito las dos orejas más caras de su triunfal temporada y, esa misma tarde (01-12-23), el cierraplaza "Farolero", un castaño excepcionalmente noble –más que bravoal que Silveti aprovechó sólo a medias.  Para éste ordenó arrastre lento el inefable Jorge Ramos, misma lentorrea que atacó por tres veces a Chucho Morales, en su afán por celebrar la nobleza –trufada de sosería– del primer encierro de Fernando de la Mora; la verdad es que la tremenda fuerza expansiva de Adame había conseguido que “Nieves” ligara sus lánguidas embestidas, que "Fina estampa" iba muy bien, con clase y alegría, hasta que se le rajó inesperadamente al Payo, y que solamente el excelente séptimo, "Fuego Nuevo", obsequiado por el mismo espada queretano, justificaba el póstumo homenaje. Que alcanzaría también a "Atrevido", reserva de Montecristo desorejado asimismo por Joselito Adame (26-01-14) y a "Costurero" de Bernaldo de Quirós, ganadero especializado en la crianza de desabridos borricos con cuernos, condición de la que el mencionado no era ajeno, si bien  acudió con suma docilidad a la templada muleta de Juan Pablo Sánchez (09-02-14). También a Pepito González, el ganadero de La Joya, le premiaron con arrastre lento dos ejemplares de su bien presentado pero endeble sexteto, animales más suaves que emotivos: a "Esmeraldo" lo desorejó Arturo Saldívar, y con el jabonero sucio "Cantaclaro", la espada privó del triunfo a Diego Silveti.

De la corrida de Rancho Seco (22-12-13), discreta de presencia pero bien comida y nada tonta,  sobresalió el lote de Eduardo Gallo –magnífico el quinto, "Agasajo", aunque más completo aún fue el tercero, que topó con un Angelino de Arriaga muy poco placeado. Y De Haro presentó un interesante abanico de opciones, que iban desde el abreplaza "Volcánico", que mostró poder y desarrolló sentido, hasta el estupendo "Gonzalero", el del reencuentro de Pizarro consigo mismo, y el encastado "Alarico", demasiado toro para Pepe López, que se medio desquitaría con el obsequiado "Camorrista", pobre de trapío pero de clase superior. Le dieron arrastre lento. Lo demás fueron encierros insulsos, con algún ejemplar que rompió la inercia –por repetitividad, nunca por poder ni fiereza– como "Tito" (La Punta), "Ferruco" (Los Cues), "Pantalonero" (La Soledad) y "Patroncito" (Garfias, sustituto de uno de Lebrija que se inutilizó).

Ni los rejoneadores se salvaron de contender con animales de nula bravura y sosería desesperante. Sólo Leonardo Hernández tuvo la suerte de cara y puso darse una gozada a favor de las templadas y emotivas acometidas de "Morris", de Fernando de la Mora. Otra nota discordante, pero de sentido opuesto, la supuso el quinto del deslucido festejo de aniversario, un "A Mordidas" con traza de toro antiguo y comportamiento de morucho que trajo a mal traer nada menos que a Joselito Adame. Ese morlaco, como escapado del túnel del tiempo, duro de pezuña y siempre a la caza del bulto, tampoco tuvo nada que ver con el toro de lidia auténtico, depositario y responsable del esplendor y las impagables emociones del Siglo de Oro del toreo.

Contados triunfos de nacionales y extranjeros

Algo lograron con ese ganado los restantes coletas en liza, una vez revisada la temporada de los diez jóvenes mexicanos de la generación capitaneada por Joselito Adame, sus ocho orejas y sus tres salidas en hombros. En la margen opuesta, en materia de edad, estaría la despedida de Rafael Ortega –que tuvo el buen gusto de rechazar el rabo que le había concedido el juez, luego de su faena de adiós a "Farruco", el único medianamente potable de Los Cues (15-12-13), la última comparecencia de El Pana en la Monumental (26-01-14) –al menos él así lo dijo, usted decide si creerlo o ponerlo en duda, y la madurez de Zotoluco, ampliamente expuesta con los seis post toros que despachó, esto último con más fatigas que acierto. Del primero de ellos, un noble pero agonizante "Tres Setenta y Siete" –de imaginación tampoco andan sobrados los ganaderos, en este caso el señor Hamdan– paseó Eulalio su única oreja de la serie (03-11-13).

De los que cortaron trofeos vayan por delante los antes mencionados Pizarro –desorejó a "Gonzalero"de De Haro y "Rielero" de Santa Bárbara y, sobre todo, mostró la faceta más asolerada de su arte  y Jerónimo –oreja de "Perdiguero" de Carranco por una sucesión de detalles de oro, más petición y vuelta a la muerte de "Pirulito" de Santa Bárbara, tan unsulso o más que el anterior. También cortó un apéndice Alfredo Gutiérrez (18-11-13), Pepe López (29-12-13) y Fabián Barba (16-02-14) que hizo, lejos, el mejor toreo de este terceto. Incluso comparado con Spínola –al que se le otorgaron dos en tardes distintas y con escasa petición– y con los representantes de la torería hispana, que como veremos tuvieron su año más gris.

Y es que, entre los ocho que comparecieron –más dos rejoneadores– apenas conseguirían cortar otras tantas orejas, alguna tan absurda como la obsequiada por Ruiz Torres a Daniel Luque, que tan estimaba en poco lo conseguido en la faena finalmente premiada  que antes de entrar a matar había anunciado el inevitable torito de regalo (08-12-13); y algo semejante ocurrió en la última de cuatro lidias  a cargo de Juan José Padilla, tan entregado como siempre pero muy por debajo de la boyante condición de "Pantalonero", nobilísimo cardenito de La Soledad al que toreó como si circulara en motocicleta; fue, aunque protestado, el tercer auricular paseado por el jerezano, y lo consagraba el triunfador del elenco de foráneos. Pues del resto, sólo pasearon una oreja por coleta Miguel Ángel Perera, Eduardo Gallo y Alejandro Talavante –en dos tardes y lejos de su mejor momento; y ninguna Morante, El Capea –doble oportunidad para ambos– y El Juli. Algo mejorarían ese pobre balance los rejoneadores Leonardo Hernández, con dos apéndices, y Hermoso de Mendoza, con uno en dos comparecencias.

Fallas: Joselito se estrella

El jueves pasado inició su temporada española Joselito Adame, en las Fallas de Valencia, con toros de Fuente Ymbro y escasa fortuna. Le tocaron uno con polvorilla y otro que se apagó pronto, y él estuvo empeñoso con ambos  –quites pintureros, pases en el estribo, muletazos citando desde largo…, pero no redondeó ni dijo nada especial a la alegre y triunfalista afición valenciana. Esa tarde, Antonio Ferrera actuó con los puntos de una extensa cornada sufrida en Olivenza el sábado anterior y estuvo bien, pero el triunfador fue Jiménez Fortes, que salió a oreja por toro y abrió la puerta grande. Cosa que no consiguieron al día siguiente ni El Cid –volteretón de miedo y vuelta al ruedo– ni Manuel Escribano e Iván Fandiño, que habían desorejado al primero de sus respectivos lotes pero se quedaron sin asegundar. Jandilla envió un toro bueno para cada quien.

Se amexicana Sevilla

Será ésta la primera primavera sevillana con tres mexicanos en la cartelería de su feria más tradicional, que esta vez, por lo tarde que cae semana santa, está anunciada para mayo.  No es que los empresarios de La Maestranza hayan hecho examen de conciencia y experimentado arrepentimiento y dolor  de corazón como vía moral a tan súbito mexicanismo, sino que su pleito con el G-5 (Morante, Juli, Manzanares, Perera y Talavante)  los dejó en cueros y sin más opciones a la vista.

Para alejar toda idea de que sea la justicia lo que mueve  a los susodichos Eduardo Canorea y Ramón Valencia, baste recordar que Joselito Adame triunfó allí hace dos años y no lo repitieron más. Lo hacen ahora, programado en dos funciones de la feria, una con modestos (encabeza el cartel el 6 de mayo, por delante de Antonio Nazaté y David Galán para despachar una corrida de Daniel Ruiz) y otra con ases consagrados y divisa puntera (viernes 9: seis de Victoriano del Río para Enrique Ponce,Sebastián Castella y Adame); los otros dos "aztecas" que van por su oportunidad en la feria son Diego Silveti (abre el fuego el día 1 de mayo con Nazaré y Juan del Álamo, reses de Montalvo), y Arturo Saldívar, que dispondrá de una buena ocasión el miércoles 7, pues va a despachar toros de Garcigrande alternando con El Cid y Daniel Luque, los dos espadas eje de tan irregular feria sevillana.


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