Era domingo, a mediados de febrero pasado, y mi dilecto amigo, el gran fotógrafo Guillermo Sierra, me había pedido que platicara con el padre Paco, entonces un desconocido para mí, y quien disfrutaba, refugiado detrás de un burladero, del festejo que la empresa del Nuevo Progreso ofrecía. El sacerdote, me había dicho Guillermo, andaba en plan de empresario taurino, y sería bueno que la gente se diera cuenta de lo que pretendía.
-Padre, supe que anda metido en esto del toro; como empresario. Y que piensa hacerlo en el Cortijo de los Fernández. ¿Qué piensa ofrecer a los taurinos del Occidente del país?
No son pocos los festejos que, desde siempre, los taurinos han organizado para "echar la mano" a los que menos tienen. Corridas como la del Monte Pío de Toreros (hace tiempo que cambió de nombre), de La Beneficencia o la de Asprona, son algunas de las efemérides de que consta cada temporada en España.
Aquí, las corridas por La Oreja de Oro, o las disputas por la Oreja de Plata (matadores aquellos, novilleros éstos) que se ofrecen en algunos de los circos nacionales; la corrida que organiza Eloy Cavazos allá en su natal Monterrey, cada año, han llegado a ser fresco aire para los profesionales que no cuentan con los recursos para su recuperación, luego de los percances sufridos. Menos frecuentes, han sido las veces en que los más pobres, de entre los que de todo carecen, han llamado la atención y han sido los beneficiarios finales de los festejos, como lo fueron en la ocasión referida.
Hoy, agrupaciones como la fundación Los Ángeles Taurinos, A. C., bajo la dirección de Tomasina y Joe Esformes, también han vuelto sus miradas hacia estos seres que requieren de todo, con el fin de aytudar a mitigar un poco las penas, vía festejos taurinos.
-Padre, una vez más queda de manifiesto que la familia taurina está formada por gente muy solidaria. Los matadores, los toreros, los ganaderos, aunque de alguna manera van a arriesgar, vidas y famas, para tratar de llevar un poco de alivio, de apoyo a esta gente.
-La familia taurina, incluyendo toreros, ganaderos, subalternos, creo que en todo el mundo ha sido muy solidaria. Siempre ha sido solidaria con las causas nobles. En España, en Sudamérica, aquí, en México: ganaderos, matadores, aficionados subalternos, son aquellos que, en un momento dado, ponen su granito de arena. El ganadero expne su trabajo que, durante 3 ó 4 años, con mucho amor, ha puesto sobre su ganadería. El torero expone su vida. Y, hombre, los aficionados exponen su gusto por el Arte de Cúchares.
Mucho en común
Cuando escuchaba al clérigo, vino a mi mente aquel dicho, lugar común, que tan frecuentemente oímos en los corrillos del toro: La Fiesta, tiene mucho en común con el Sacrificio por excelencia. Con sus diferencias, claro. Mientras que la primera es cruenta, el segundo carece de sangre, como tal, aunque su origen proviene de un sangriento acontecimiento. Finalmente, la renovación del recuerdo de la Última Cena y Pasión de Cristo nos recuerda y simboliza la inmolación del Hijo de Dios, sobre la cruz.
Porque, aunque los enemigos de La más bella de todas las Fiestas se obstinen en negarlo, la corrida de toros y la Celebración Eucarística, se rigen, durante sus desarrollos y ritos, por series de normas que tienen mucho en común.
Toreros y sacerdotes, antes de salir al ruedo, aquellos, o llegar hasta el altar para presidir la celebración, estos, cambian sus vestimentas por recamados y apropiados ornamentos o ternos, en medio de órdenes y reglas preestablecidas y respetuosamente atendidas. Un sacerdote nunca oficiará misa sin la vestimenta adecuaDO y propio de la fecha litúrgica. Un torero ha de salir a la plaza, con el terno de luces o con el traje corto, si de un festival se trata.
La tragedia de El Cuate
Hay una sentencia evangélica que dice que, nadie ama más, que, aquel que da su vida por el ser amado. La mayor prueba de amor del Padre para con el hombre, llegó al extremo de permitir el sacrificio de su único Hijo, para borrar la cuenta dejada por aquel. Algo similar sucede en ámbito del toro.
En estos días, en una cama del hospital Betania, en la ciudad de Puebla, Puebla, se recupera el matador de toros Enrique Espinoza "El Cuate", luego de que el primer astado de su compromiso le partió la femoral de la pierna derecha. La muerte rondó y, según palabras del diestro, la sintió; pero se aferró a la vida y lo puede contar. Aunque ahora no cuente con el dinero para cubrir la cuenta en el hospital.
Se trataba del último festejo de la temporada poblana. Era un cartel postinero, del que colgaban los nombres de Eulalio López, El Zotoluco, Rafael Ortega y El Cuate. Enfrentaban un encierro de José María Arturo Huerta, ganadero tlaxcalteca con fama bien ganada, sobre todo en el coso conocido con el nombre de "El Relicario" Joselito Huerta.
El mejor inicio
Cosas de la vida: la corrida había sido programada para darse en los primeros días de mayo, por aquello de la celebración con la que se recordaría el triunfo de Ignacio Zaragoza ante los invasores franceses. Para desgracia de todos, de El Cuate principalmente, se presentó la incidencia de la Influenza Humana (AH1N1) y el gobierno Federal había declarado la suspensión de todos los espectáculos masivos en el territorio nacional. El cerrojazo de la temporada se reprogramó y se dio un mes después.
El Cuate llegaba embalado, en el mejor inicio de temporada, de todos cuantos han transcurrido desde que se doctoró en tauromaquia. Hecho ocurrido allá en España, con Enrique Ponce como padrino, luego de una buena temporada novilleril, cobijado por el magnate Carlos Perlta Quintero, mediante sus, ahora nostálgicos, Encuentros Mundiales de Novilleros.
Con 6 corridas lidiadas, e idéntico número de trofeos en su espuerta. Con la característica de que todos los paseíllos los había hecho detrás de las monturas de Pablo Hermoso de Mendoza (al navarro jinete no le gusta abrir plaza y siempre apoya a un diestro modesto, pero con cualidades para que caliente el ambiente). Un triunfo al lado de los punteros lo encumbraría y, tal vez, sería el inicio del retorno rumbo al sitio al que pensaba Manolo Martínez, tenía destinado.
Bonitas acciones
El padre Francisco Escalante creía que lo que se ofrecería sobre el ruedo del Cortijo de los Fernández, sería “un bonito programa; y también una bonita acción, para muchos hermanos nuestros que necesitan de todo”. Por lo que hizo público su agradecimiento, a los ganaderos: Paviche, de San Pablo; el licenciado Camarena, de Chinampas; el licenciado Lamm, de Montecristo; los Pancholines, de San Isidro.
Con el fin de apoyar al torero herido, hay una oferta poblana y en nada desmerece, en cuanto a nombres; y menos, en cuanto a generosidad, a lo ofrecido en el coso tonalteca.
Para este viernes, día dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, los ganaderos de las vacadas de: Mar de Nubes, Reyes Huerta, Rodrigo Aguirre, Vicencio, Espíritu Santo y Jesús Cabrera, regalarán el conjunto que habrán de lidiar y matar los diestros: Jorge Hernández Gárate, Rafel Ortega, Federico Pizarro, Jerónimo, Ignacio Garibay y Arturo Macías Ellos sí conocen al beneficiario de su entrega y riesgo. No por ello deja de tener un altísimo valor su desprendimiento, a favor de su compañero en desgracia.